Julio de 1983. Es el último día del trimestre y eso significa que hoy no hay que llevar uniforme. En un anodino pueblo de la costa inglesa, Shaun, que tiene 12 años, sale de casa camino del colegio vestido con unos pantalones campana que su padre le regaló. En el camino, le echan de la tienda de la esquina por insolente, mientras todos se meten con él por su gusto indumentario y él no se corta a la hora de contestar. De regreso a casa, se encuentra con Woody y su banda de skins. Pese a su aspecto chocante, son unos skins amables y abiertos. Es cierto que una excursión cívica en su compañía significa comportamientos algo extraños como destrozar las nuevas viviendas protegidas todavía no ocupadas. Pero son acogedores y divertidos. Los skins ofrecen a Shaun dos cosas que le faltan y que echa de menos: amistad y una figura paterna. El padre de Shaun ha muerto en combate en la guerra de Las Malvinas.
This Is England está ambientada en la Inglaterra de principios de los ochenta; el mundo de Duran Duran, del aeróbic, de Los Cazafantasmas, de Margaret Thatcher, de la crisis de las Malvinas, de disturbios raciales, y de cabezas rapadas. A partir de muchas experiencias de la época en la que le tocó crecer, Shane Meadows crea un retrato de un momento de nuestra historia cultural al que a menudo no se presta la debida atención. Con el mundo de los skins como telón de fondo, dentro de un anodino pueblo costero asistimos, a través de los ojos de un niño de doce años al paso a la madurez, personal y cultural.
La idea para This Is England le vino a Shane mientras trabajaba en su película anterior, Dead Man's Shoes, una historia sobre el precio de ser víctima, sobre el abuso del poder y sobre la venganza en la Inglaterra rural. Con aquel proyecto, el director se puso a reflexionar sobre la naturaleza del acoso y de la violencia física. Hubo, concretamente, un incidente en su propia vida, cuando él tenía 12 años y se había hecho skinhead, que le ha servido como referente. Él mismo explica: "Yo pensaba que lo más emocionante en la vida era ese tipo de masculinidad dura en los hombres. De la misma manera en que los niños de ahora quieren ser Beckham, yo adoraba a Jimmy Boyle, un conocido skin de la época. Yo quería ver a hombres peleando, y recuerdo que una vez casi provoqué un acto de violencia, y eso se convirtió en algo con lo que me empezó a resultar difícil vivir." Irónicamente fue esta experiencia, junto con el ejemplo de una figura como Jimmy Boyle, un criminal que luego se convirtió en un artista, lo que, a la larga, terminó siendo muy positivo para Shane.
A diferencia de semanas anteriores, no he visto aun This Is England por lo que no puedo opinar sobre ella. Pero si puedo daros tres motivos por los que acudir al Centro Cultural Alcazaba para verla: 1) La película fue galardonada con dos Bafta (equivalentes a nuestros Goya) a la Mejor Película Británica y Mejor Guión Original del año pasado, además de cosechar diversos galardones en Festivales como el Premio de la Juventud en Gijón o el Premio Especial del Jurado en Roma 2) La anterior película de Shane Meadows, Dead Man’s Shoes, era un film estupendo y original que tuve ocasión de ver hace dos años en Sevilla y que aunque no logró distribución en España, me descubrió a un cineasta personal al que creo que merece la pena seguir la pista 3) La BSO de la película, compuesta en gran parte por hits de los años 80 es una maravilla: clásicos como Come On Eileen, Tainted Love o Louie Louie se mezclan con la partitura original de Ludovico Enaudi creando un fondo musical de antología.
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