lunes, mayo 25, 2009

EN EL VALLE DE ELAH: Sobriedad y dolor

Hoy lunes 25 de Mayo a partir de las 20:30 horas y dentro del ciclo Cine MadeinUsa, el Cine Club Forvm proyecta en el Centro Cultural Alcazaba la película En El Valle de Elah, escrita y dirigida por Paul Haggis (Crash) y protagonizada por Tommy Lee Jones, Charlize Theron y Susan Sarandon. El valle de Elah es según la Biblia el sitio donde David, armado con su honda y unas cuantas piedras salió al encuentro del gigante Goliat para enfrentarse a él en desigual combate y salir victorioso. Se lo explica Hank Deerfield, jubilado policía militar, al hijo pequeño de la detective que le está ayudando a resolver el caso de la desaparición de su propio hijo, un soldado que ha vuelto de Irak con un permiso. Y en la forma en la que lo narra, desgranando todas las supuestas virtudes que adornaron a David en su empeño, ese inteligente guionista y director llamado Paul Haggis nos está haciendo partícipes de cómo los más lúcidos conocedores de los horrores de la guerra pueden caer en la trampa de una metáfora que justifica los engañosos valores que sustentan esos conflictos.Hank Deerfield, un pétreo Tommy Lee Jones en el que probablemente sea el mejor papel de su carrera, no ostenta la condición de policía militar jubilado por casualidad. Muy al contrario, el viaje emocional de este personaje que ha hecho de la profesionalidad, los rituales y la fidelidad a unos valores los pilares fundamentales de su existencia, el itinerario moral que recorre mientras esos sólidos pilares comienzan a tambalearse ante una realidad desoladora sobre cuya construcción ha de asumir su propia cuota de responsabilidad es el verdadero tema de esta película y no, como uno podría pensar en un primer momento, la Guerra de Irak.De hecho, Irak no es sino el más allá, un infierno apenas entrevisto en unas pocas imágenes tomadas con un móvil y aunque su sombra planea en todo momento sobre esta película, bien podría haber sido Vietnam o cualquier otro conflicto del último siglo. A Haggis no le interesa hacer demagogia barata sobre la inconveniencia de una guerra insensata, ni manipular emocionalmente al espectador, ni subrayar la evidente tragedia que se desprende de sus precisas imágenes. Haggis indaga de forma respetuosa en el dolor de la pérdida hasta el punto de que las escenas más estremecedoras del filme están rodadas con una sobriedad y un sentido del pudor que bien podrían venir firmadas por el propio Clint Eastwood, un autor cuya influencia sobre Haggis, guionista de Million Dollar Baby o Cartas desde Iwo Jima, resulta en esta obra más que evidente.Al comienzo de la película Haggis nos explica que una bandera invertida en su mástil significa que aquel que la ha izado está pidiendo ayuda porque se encuentra en serios problemas. Hank enarbola de nuevo la bandera en la forma correcta, un gesto orgulloso y patriótico. Al final del viaje, Hank volverá a encontrarse ante esa bandera y su actitud frente a ella, como no podría ser de otra forma tras todo lo vivido, ya no puede ser la misma. Es una metáfora fácil, quizás la única licencia que se permite Haggis en una película modélica en su construcción, repleta de inteligencia y sentido, tan emotiva en algunos momentos – casi todos en los que comparten escena Tommy Lee Jones y Susan Sarandon – como dura de asimilar en la mayor parte de su metraje.
En El Valle de Elah es, en fin, una película inquietante. Con suavidad pero de forma implacable, nos hace descender a los infiernos del ser humano, a la forma en la que podemos embrutecernos, dejar salir al animal que todos llevamos dentro y a justificar sus actos en base a un universo moral ignominioso en el que la pérdida de una brújula que nos guíe se traduce en una falta de empatía con nuestros semejantes sin la cual los actos más terribles ya no resultan demasiado ajenos. Haggis consigue con esta magnífica película inscribir su nombre en esa fecunda tradición en la que con títulos como Senderos de Gloria, El Cazador o Apocalypsis Now, cineastas como Kubrick, Cimino o Coppola ya nos habían advertido sobre ello.

Este artículo, con leves modificaciones, se publica el lunes 25 de Mayo en el periódico gratuito Voz Emérita

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