miércoles, junio 13, 2012

Cines del Sur J02: OUR HOMELAND, DE JUEVES A DOMINGO


OUR HOMELAND (Kazuko No Kuni, Yong-Hi Yang, Japón)
El retorno imposible

El pasado año, la descomunal DANCE TOWN del surcoreano Jeon Kyu Hwan, tristemente inédita en nuestro país, se alzaba con toda justicia con la Alhambra de Oro a la Mejor Película en Cines del Sur con una magnífica historia que narraba los tremendos esfuerzos de una señora que escapaba del terrible y hermético régimen de Corea del Norte donde había vivido toda su vida por adaptarse a su nueva vida en Corea del Sur. De aquella obra majestuosa uno podía descubrir algunas cosas que desconocía sobre las relaciones entre ambos países y sentirse algo más cercano a una realidad indescriptible como ese régimen norcoreano. Pues bien: la realizadora Yang Yong-Hi, japonesa descendiente de coreanos afincados en Japón nos acerca en esta su primera película de ficción a otra de esas realidades que uno desconoce por completo y con la que sorprende darse de bruces: yo al menos reconozco abiertamente que no tenía la más mínima idea de que durante décadas, familias de coreanos que escaparon de la guerra que acabó por dividir el país en dos repatriaron a miles de sus hijos al régimen comunista de Pyongyang… para no volver a verlos más salvo en circunstancias muy especiales, pues el progresivo aislamiento del país dirigido de forma dictatorial y mesiánica por Kim Il Jung impide por regla general tanto a sus nacionales norcoreanos salir como a los extranjeros entrar.

 
Our Homeland narra la historia de una de esas familias: Seong-Ho Yun fue enviado con 16 años desde Japón a Corea del Norte por sus padres, norcoreanos de nacimiento como parte de un programa de repatriación. 25 años después, Seong regresa a Japón con un permiso especial por tres meses para recibir un tratamiento médico imposible de conseguir en su país actual. El reencuentro con su familia resulta tan emocionante como en el fondo traumático, pues Seong no solo se halla bajo la continua vigilancia del acompañante impuesto por el régimen comunista, sino que el brutal choque cultural entre el país, la familia y los amigos que abandonó siendo apenas un adolescente y su vida actual en Corea del Norte resulta inevitable.
 


Si hay algo que uno siente de manera inmediata viendo esta, digámoslo ya, magnífica película, es que su directora conoce a la perfección el tema que está tratando: no en vano ella misma proviene de una familia de refugiados coreanos sino que ya había abordado el tema con anterioridad en dos premiados documentales y sobre todo, no cuesta nada ver en Rie, la hermana menor de Seong, un trasunto de ella misma y su propia y desgarradora historia personal, que está por cierto de plena actualidad y es el fiel reflejo de una serie de tragedias con las que han de convivir de forma cotidiana estas familias separadas por las decisiones que se tomaron en el pasado. Esa certeza, esa seguridad en el tema que se aborda, se transpira desde las primeras y tensas escenas de un drama construido de forma tan primorosa como sutil, en la que mucho de lo que se narra transcurre no en un primer plano sino de forma soterrada pero evidente. Uno no puede sino conmoverse ante los intentos de esa familia por hacer del reencuentro largo tiempo esperado una ocasión de lo más feliz al tiempo que sufre como propio la sensación de incomodidad y extrañamiento de aquél que no es que no sepa ya cómo relacionarse con su propia familia y amigos, sino que es plenamente consciente que su vida no está allí, sino en la terrible realidad del país al que ha de volver de forma irremediable y donde ha dejado a su mujer e hijo. Seong sabe que su tiempo es prestado y no solo por su enfermedad. Y esa certeza se transmite de forma tan terrible como inevitable al espectador al que según avanza el metraje se le genera una angustia imposible de soslayar.

 
Our Homeland es pues una obra mayor construida con una honestidad, una inteligencia y una sensibilidad desarmantes, resuelta además con una coherencia incuestionable. Una de esas películas capaces por sí solas de justificar todo un festival. La única pega que se me ocurre ponerle es que arrancar la Sección Oficial con una obra de semejante calidad y profundidad eleva las expectativas a un enorme nivel y cualquier película posterior va a tener complicado igualar las cotas de emoción de este impresionante primer filme a concurso.

 DE JUEVES A DOMINGO (Dominga Sotomayor, Chile)
 Narrando en segundo plano.


El pasado mes de febrero, poco después que otras dos películas chilenas,  Violeta se fue a los Cielos y Young & Wild, consiguieran sendos reconocimiento en Sundance, una ópera prima de una jovencísima realizadora chilena de apenas 27 años, Dominga Sotomayor, conseguía uno de los tres Tiger Awards ex aequo que de forma excepcional se otorgaron este año en el Festival de Rotterdam, uno de los certámenes de cine de autor más exigentes del panorama internacional. Y es que no cabe ninguna duda que dentro del siempre fecundo y diverso panorama del cine latinoamericano, Chile parece tener bastante que aportar: Pablo Larrain acaba también de obtener una excelente acogida en Cannes con su reciente No. Decididamente, algo muy interesante se está moviendo en el cine de aquel país marcado durante tantos años por la tragedia de la sangrienta dictadura de Pinochet y que en cierto sentido está en pleno proceso de transición y revisión de su propia historia. Un momento muy interesante y rico que sin duda tiene un claro reflejo en su cine.

   

De Jueves a Domingo narra una historia muy sencilla. Anecdótica, banal incluso si se quiere: todo comienza, tal y como reza el título del filme, un jueves cuando una familia compuesta por una pareja y sus hijos Lucía y Manuel deciden emprender un viaje hacia el norte del país, en apariencia con un fin puramente vacacional. La película se enmarca en esos cuatro días de un largo fin de semana que va desde ese jueves hasta el domingo. La mirada de la película – y por lo tanto la mirada del espectador – será siempre la de uno solo de los cuatro integrantes de esa familia, la de Lucía, esa hija de apenas doce años. De forma tan rigurosa como insobornable: a lo largo de todo el metraje de la película, la directora nos obliga a mirar todo lo que sucede desde esa visión, por fuerza fragmentaria e incompleta de Lucía, a través de la cual asistimos, sin tener ni mucho menos ni la mitad de las claves de lo que sucede, a un cierto proceso de descomposición de esa unidad familiar

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Desde un primer momento, el espectador sabe que algo no va bien dentro de ese coche donde los distintos miembros de la familia ocupan su tiempo como pueden: con juegos, expresando deseos más o menos confesables, contando historias, discutiendo por cosas habituales… Con una seguridad quizás impropia por parte de una realizadora novel, Dominga Sotomayor construye una atmósfera opresiva que con elementos nada amenazadores sino cotidianos va poco a poco imponiéndose al espectador, que navega por la película algo perdido, esforzándose al igual que Lucía por tratar de asimilar todo lo que sucede a su alrededor, pero sin las claves para ello. Esa apuesta formal arriesgadísima, que puede generar en el espectador un cierto rechazo, busca en todo momento implicarle en la historia de forma poco habitual. Lo que se narra nunca resulta evidente, siempre está en un segundo plano por debajo de lo aparente. Y es en esa búsqueda donde Sotomayor puede conseguir – al menos así fue en mi caso – atrapar la mirada curiosa del espectador.

   

Es De Jueves a Domingo una película muy exigente y sin embargo enormemente interesante, repleta de recursos y soluciones inteligentes a los problemas narrativos que plantea y a la que no le asusta en absoluto el riesgo. Por si eso fuera poco, está rematada de forma más que coherente con un impresionante plano final que, si uno consigue entrar en la propuesta de la directora, es capaz de generar una enorme capacidad de conmoción. No es un plato ni mucho menos para todos los paladares. De hecho, a algunos les puede resultar bastante indigesto. Pero si uno se olvida de intentar responder a las preguntas y se deja llevar por la interesante propuesta de esta directora a la que conviene seguir muy de cerca en el futuro, puede que encuentre una justa recompensa: desde luego, su impecable apuesta formal y el convincente trabajo de su reparto – mención especial a esa prodigiosa niña llamada Santi Ahumada – al menos así me lo parece. Una primera jornada a concurso de lo más completa la de esta sexta edición de Cines del Sur.

 

martes, junio 12, 2012

CINES DEL SUR J01: THE MIRROR NEVER LIES


Un año más, vuelvo a Granada a Cines del Sur, una de las citas en mi opinión más imprescindibles del panorama español. Y sin embargo, un festival tan seriamente amenazado por la crisis que ha tenido que recortar en su sexta edición su oferta hasta mínimos casi inimaginables para una de las ideas más estimulantes que conozco: centrar la mirada en una selección rigurosa de las cinematografías de ese concepto tan difuso y tan fácilmente reconocible por todos que es “el sur”. Películas procedentes de Asia, África, Latinoamerica, obras que van mucho más allá del habitual concepto de aquellas que raramente encuentran acomodo en las salas de exhibición comerciales. Pese a su incuestionable calidad, es muy raro que alguna de ellas llegue a estrenarse.

   


Granada, a través de la excepcional labor del equipo dirigido por Jose Sánchez Montes y sus dos programadores, Mirito Torreiro y Gloria Fernández, ofrece así una oportunidad más única que de costumbre de acercarse a otras realidades, explorar nuevas tendencias de la narrativa cinematográfica más actual y sentir esa maravillosa sensación de pisar terreno desconocido, de descubrir nuevos y estimulantes autores. Todo eso en una ciudad tan hermosa como Granada. Una propuesta de calidad que ha conseguido, de momento, sobrevivir a los recortes un año más haciendo no pocos sacrificios. Recemos porque siga siendo así. Una propuesta tan hermosa como Cines del Sur bien lo merece.

THE MIRROR NEVER LIES (Laut Bercermin, Kamila Andini, Indonesia
La madurez y el mar

 
Cines del Sur se inauguró con una curiosa película indonesia, opera prima de la realizadora Kamila Andini, que cumpliendo una de las máximas más habituales del Festival, nos lanzó de cabeza hacia una realidad completamente desconocida, al menos para el que escribe estas líneas. Su película está ambientada en un poblado pesquero de casas que se levanta sobre el mar, donde sus habitantes gitanos (¿gitanos indonesios? Pues si) vive volcado hacia el océano. De hecho, toda su vida gira alrededor del mar: viven sobre él, los hombres están permanentemente fuera de campo precisamente porque se pasan largas temporadas pescando, ya que ese es el único medio de subsistencia y el delicado equilibrio de esa sociedad fuertemente enraizada en sus costumbres puede verse alterado con la llegada de un extraño, un simple científico que viene de la capital a estudiar delfines.
   


En el centro de la película está Pakis, una niña de doce años que intenta enfrentarse como puede a la pérdida de su padre, un pescador desaparecido hace ya tiempo en el mar. Su ritual incansable de la búsqueda de su reflejo en el espejo que él le regaló, la relación cada vez más tensa con su madre, obligada por la tradición a guardar una especie de luto que la condena a la pobreza por falta de recursos, su incapacidad, en fin, de asumir su pérdida en pleno proceso de madurez es el motor de una película quizás simple en su planteamiento del conflicto dramático, pero interesante en cuanto la descripción del medio social en el que se ambienta.



Kamila Andini trata de vincular su historia al hermoso paisaje natural en el que se desarrolla y conseguir así extraer de unas imágenes que persiguen la metáfora visual y la belleza una poesía que a veces puede parecer algo forzada pero que en otras surge con naturalidad, especialmente cuando la película se centra en la descripción de la relación entre Pakis y su mejor amigo Lumo en su búsqueda de respuestas. La mirada de Andini puede pecar de cierto preciosismo de postal, pero su historia es sencilla, llega con facilidad al espectador y tiene a su favor un par de escenas logradas en las que la aceptación y culminación de ese proceso de madurez está narrado sin estridencias, con suavidad. Dentro de un festival en el que estamos acostumbrados a propuestas de lo más exigentes, comenzar con una película tan falta de pretensiones y quizás por eso tan agradable como The Mirror Never Lies es un suave arranque para lo mucho que nos queda por delante.


martes, junio 05, 2012

Contenidos De AluCine en Canal Extremadura Radio, Martes 5 a las 21:00

¡Saludos a todos! Como algunos ya sabéis, he empezado una nueva andadura profesional en Canal Extremadura Radio con De AluCine, un programa que todos los martes a partir de las 21:00 repasa cada semana de forma tan distendida como crítica la oferta de cine de Extremadura, desde los diversos estrenos comerciales que pueden verse en cartelera hasta las propuestas más interesantes de la Filmoteca o los diversos cineclubs de la región. Junto a un amplio grupo de colaboradores, De AluCine pretende ofrecer una mirada lúcida y divertida al mundo del cine repleto de música, anécdotas, curiosidades y sobre todo, buen humor.

   

 Os adjunto los contenidos del programa De AluCine de hoy martes 05 de Junio a partir de las 21:00 en Canal Extremadura Radio:

 - Dos meses después, tenemos una nueva versión del famoso cuento de los Hermanos Grimm en cartelera: BLANCANIEVES Y LA LEYENDA DEL CAZADOR ¿Nos quedamos a la gamberra Julia Roberts o a la perversa Charlize Theron como madrastra? Ambas molan muchísimo más que sus respectivas Blancanieves...

   

 - Will Smith y Tommy Lee Jones vuelven a regular el tráfico alienígena terrestre en MEN IN BLACK 3, con un gran añadido: Josh Brolin está genial como K de joven.

    

 - Imanol Uribe nos acerca en MIEL DE NARANJAS a una historia de toma de conciencia y resistencia civil en los años de la posguerra. Con Karra Elejalde, Iban Gárate, Blanca Suarez y Eduard Fernandez.

   

 - Álvaro Rodríguez nos introducirá en el mundo de las BSO con un poco de historia. - Una leyenda de los 80, LOS GOONIES, vuelve por un día a la pantalla grande en Mérida ¡Esto hay que celebrarlo como se merece!

   

 - En Filmoteca destacaremos el ciclo Historias de Familia con dos historias de adopción que podremos ver la semana que viene: LA PEQUEÑA LOLA de Bertrand Tavernier y LA VERGUENZA de David Planell.

 

 Como siempre, con audios, sentido del humor, buena música y aun mejor rollo por parte de un servidor y mi maravilloso equipo de entregados y entusiastas colaboradores. ¡Ven a pasar un ratito De AluCine con nosotros a partir de las 21:00 en Canal Extremadura Radio! Ya sabeis que podeis escucharnos en directo a través de internet en el siguiente enlace:


 A partir de esta misma noche, una vez finalizado el programa, podéis descargaroslo en podcast en la página De AluCine de Canal Extremadura Radio


 Comparte esta información entre aquellos de tus contactos a quienes creas que puede interesarle, ¡Muchas gracias y espero que lo disfrutéis!