martes, diciembre 29, 2009

DONDE VIVEN LOS MONSTRUOS, Imaginacion y honestidad

Hay dos argumentos que se repiten en casi todos los comentarios que he leído sobre Donde Viven los Monstruos. Uno es que no parece o no es una película para niños. El otro es que no parece encajar muy bien con la filmografía anterior de Spike Jonze, compuesta por dos títulos de estructura argumental compleja como Adaptation y Cómo Ser John Malkovich. Ambos argumentos me parecen de una miopía alarmante y dicen mucho acerca de cómo lugares comunes no demasiado razonados pueden extenderse por la crítica de cine como un pernicioso virus. Para rebatir el primero quizás lo primero que deberíamos hacer es examinar con cierto detenimiento la cuestión de qué es o qué debería ser una película para niños. Durante demasiado tiempo la tendencia dominante en lo que al cine para niños – o quizás deberíamos decir familiar – se refiere ha estado marcada por un, perdónenme la redundancia, infantilismo insufrible que jamás se plantea tratar a los niños con la inteligencia y el respeto que merecen. Y es que suele olvidarse demasiado a menudo que los niños son eso, niños, no idiotas.
Afortunadamente en este 2009 que está a punto de terminar hemos tenido una serie de películas que desafían abiertamente esa tendencia: Los Mundos de Coraline, Up, Ponyo en el Acantilado y la misma Donde Viven los Monstruos constituyen obras que con una libertad y un sentido del riesgo encomiables plantean un discurso cuya idea principal parece afirmar que no hay nada que no puedas plantearle a un niño. Tendemos a subestimar su capacidad para interpretar la realidad y caemos en el error constante de sobreprotegerlos cuando lo que viven día a día a menudo suele ser bastante más terrorífico que los mundos paralelos, extraños y estimulantes que plantean dichas obras.
Centrándonos en Donde Viven los Monstruos, no cabe duda que Jonze ha sabido – y por eso ha podido llevarlo a la pantalla – captar a la perfección el espíritu inconformista y un punto salvaje de Maurice Sendak, autor del cuento original donde en apenas unas páginas planteaba en términos sencillos una sublevación en toda regla que ha sabido conectar a lo largo de los años con niños de todo tipo. Y es que hay que estar muy desconectado de lo que uno ha sido alguna vez para no verse reflejado en ese mundo en el que Max, castigado por su comportamiento por su madre, tiene libertad absoluta para dar rienda suelta a sus instintos más primarios junto a una serie de monstruos que, de una forma u otra, reflejan aspectos de sí mismo. Lo más importante en mi opinión de la obra de Sendak – y es el espíritu al que se aferra con fuerza Jonze – es su falta de un juicio moral: aunque todo viaje supone un aprendizaje y éste no lo es menos para Max, jamás se juzgan sus comportamientos, ni la forma que tiene de enfrentarse a los conflictos. Dicho de otra forma, la mirada de Max, con todo lo magnífico y a veces terrible que tiene la mirada de un niño, es donde se sitúa el punto de vista del espectador, que se ve obligado a hacer el esfuerzo de buscar dentro de sí mismo para sintonizar con esa forma de ver el mundo.
Y aquí es donde entra el poder visual de Spike Jonze, empeñado en conseguir por todos los medios a su alcance que no nos perdamos en tan difícil empresa. Donde Viven los Monstruos conecta claramente con sus dos obras anteriores en un aspecto esencial: en todas ellas recrea un mundo que es una alternativa a la realidad – la cabeza de Malkovich, el guión imposible al que trata de dar forma Charlie Kaufman – pero tan fuertemente anclado en ella que resulta una tarea inútil desligar uno de otra. Por muy extravagantes o inverosímiles que nos puedan resultar esos mundos imaginarios, todos reflejan de un modo u otro la realidad y nos obligan a bucear en los personajes que los crean para entender las raíces que los sustentan. Desde ahí, se entiende la obsesión de Jonze por construir Donde Viven los Monstruos con un sentido de lo físico apabullante: utiliza el CGI lo justo para, apoyado en animatronics, muñecos y hombres con disfraces gigantes como si de una versión desmadrada de Jim Henson se tratara, atrapar la calidez y el refugio que Max necesita sentir de forma desesperada en su huida de la realidad hacia un mundo que le resulte más acogedor. Ese empeño se transmite al espectador, que si se trata de un adulto recibe esa sensación con una mezcla de agrado y cierto lógico extrañamiento. Al fin y al cabo se le está pidiendo que abrace de nuevo sin reparos algo que hace mucho que dejó atrás.
Donde Viven los Monstruos es, eso sí, una película mucho más personal e intuitiva que los anteriores trabajos de Jonze, que bajo la omnipresente sombra del guionista Charlie Kaufman buscaban a través de alambicadas estructuras argumentales desarmar y apabullar al espectador. Pero ojo, no se dejen engañar: que su última película tenga un argumento mucho más sencillo y lineal no supone en ningún caso que ésta no sea un trabajo de lo más laborioso. Muy al contrario, el afán de Jonze por contar su historia de forma simple le obliga a dar lo mejor de sí mismo en su narrativa visual para que la película sea capaz de llevarnos a la mente de ese niño y transmitirnos con igual precisión su fascinación por todo lo que descubre como sus intentos de comprender ese mundo del que ha sido nombrado rey y que acabará por revelarse incontrolable.
Jonze y su guionista Dave Eggers hacen un excelente trabajo perfilando a cada uno de los monstruos en su relación con Max, que va descubriendo en cada uno de ellos reflejos de la realidad y de sí mismo, un trabajo con trazos terapéuticos cuyo análisis detenido excedería con mucho el espacio de esta reseña. Baste sin embargo señalar el despojamiento formal con el que Jonze asume la representación visual de los distintos estados de ánimo tanto de esa auténtica familia disfuncional como ese Max desbordado por un mundo cuyas reglas, al igual que las de su propia realidad, tampoco alcanza a comprender del todo. Destaca en particular, su relación con el inestable Carol, que reacciona ante la frustración con la misma ira destructiva e incontrolada de Max. Sus paseos por el desierto, la visita al refugio donde Carol ha construido su visión perfecta de su mundo como debería ser evitando lo que es, su conversación al borde del mar, todas ellas son escenas tratadas con una extraña melancolía y que desprenden una poesía muy particular que encandilará a algunos y espantará a otros. Personalmente, yo no pude evitar sentirme conmovido por ellas u otras como la conversación con Alexander, en la que Max consigue empatizar con el hecho de que hay un monstruo al que nadie escucha nunca o la fiereza maternal de KW, que llega al extremo de devorar aquello que se pretende proteger, una metáfora tan poderosa como inquietante.
Quizás la verdadera manera de medir el alcance real de Donde Viven los Monstruos consista en ir a verla acompañado de esos niños a los que la película va primordialmente dirigida y escuchar lo que tienen que decir al respecto. Por muchas vueltas que queramos darle a esta película un tanto inclasificable que provoca tanta fascinación como extrañamiento hace tanto tiempo que nuestra mirada es adulta que no quizás no baste la abstracción que podamos hacer para apreciarla en su justa medida. Al fin y al cabo, este retrato de la infancia como un territorio salvaje e inconformista, hecho con un encomiable sentido de la honestidad e inteligencia tenga su justo reflejo en ese plano final inexpresivo y acaso algo confuso de Max, lógico si se piensa que tras semejante vaciado interior queda poco más por decir y mucho más que construir ante el incierto futuro que, como a todos los niños de su edad, le aguarda tras esa pérdida de la inocencia que, de forma paradójica, reivindica Spike Jonze de forma más que notable.

lunes, diciembre 07, 2009

Cinco apuntes para un Sueño que Crece

La IV Edición del Festival de Cine Inédito de Mérida echó el telón el pasado sábado con dos datos muy alentadores: tanto el número de espectadores como la valoración media de las películas de la Sección Oficial se han incrementado. Son dos datos que de por sí invitan al optimismo, pero hay bastantes más. Sirvan estos cinco apuntes para hacerse una somera idea:
1. LOS CAMINOS DE LA MEMORIA, Una Sorpresa Relativa. Llegó de puntillas al último día del Festival, culminando ese viaje por Europa y sus conflictos. Muchos ya estaban de puente y de hecho, fue la película menos vista de la Sección Oficial. Pero todos los que la vieron tuvieron ocasión de estremecerse y emocionarse con un documental imprescindible para recordar nuestra Historia reciente y asumirla como parte de nosotros mismos. Ese viaje por la represión del Franquismo y el exilio, esa llamada a la dignidad y la reparación moral, ni debía ni podía ser ignorada. Y respondieron valorándola con un 8,46, lo que la convirtió en la película ganadora del IV Festival ¿Sorpresa? Solo relativa, como bien saben los que la vieron. Una apuesta personal que sin duda ha salido bien en una Sección Oficial en la que soy consciente que se ha echado en falta algo más de comedia para suavizar la dureza de algunas propuestas. Pero la valoración media conjunta, un 7,57, no deja lugar a dudas: Mérida ha disfrutado a fondo del buen cine.
2. LOS CHICOS DE SANTIAGO ZANNOU. El director de El Truco del Manco vino a Mérida para impartir un taller de cine a varios alumnos de realización audiovisual. Y fue una experiencia de lo más intenso: un día para presentar ideas, otro para reducirlas a cuatro y formar los grupos de trabajo, un tercero para pulir el guión y preparar la producción, un cuarto para rodar los cortos y el quinto, editar y post-producción. De ahí han surgido no solo cuatro piezas estupendas que todos pudieron disfrutar donde debían, en la pantalla grande durante la Gala de Clausura, sino también una experiencia vital que no olvidarán: la pasión de Santiago Zannou por su trabajo es contagiosa y han sabido aprovecharla. Para el Festival empezar a poner en marcha este tipo de actividades paralelas es otra forma de crecer. Y no hay mejor forma que invertir en gente joven, con talento y hambre de contar sus historias.
3. EL FUTURO PRESENTE. A todos los que despotrican de forma tan gratuita como continua sobre la juventud actual me gustaría que hubieran tenido la experiencia de ver al Jurado Joven debatir sobre todas las películas del Festival antes de otorgar su Premio de la Juventud a El Erizo y una Mención Especial a Cinco Minutos de Gloria. Diez jóvenes alrededor de una mesa intercambiando emociones, ideas, pensamientos, sugerencias, defendiendo con pasión sus favoritas, entresacando de entre las diversas propuestas hasta los detalles más insignificantes. Todos los años me reúno con ellos, modero y sobre todo, escucho lo que tienen que decir. Y todos los años acabo por quitarme el sombrero ante ellos. Además, hay pocas cosas más hermosas en este Festival que ver a quinientos niños abarrotar una sala para ver joyas como Ponyo en el Acantilado. O debatir con Zannou tras El Truco del Manco. O salir conmocionados del final de El Niño del Pijama de Rayas. Todo es parte de lo mismo: son nuestro futuro, pero también nuestro presente. Y estamos ahí con ellos.

4. MIRADAS. Cada edición, la Gala de Clausura representa la oportunidad de ofrecer un espacio para la diversión, la música, el entretenimiento. Es además el sitio idóneo donde homenajear a nuestros premios Miradas, gente que nos ha dedicado toda una vida y merece tener su labor reconocida, como Manolo Ávila, Manolo Sánchez o la familia Navia. Locos maravillosos como Millán y su Agencia Freak que han convertido su apuesta por el cortometraje en su forma de vida. Nos sentimos tan orgullosos de ellos que otorgarles nuestros Miradas es solo una pequeña muestra de agradecimiento.

5. EL FACTOR HUMANO. Este Festival sale adelante por la gente que colabora desinteresadamente en él. Ángel Briz y un servidor podemos ser la parte más visible, pero hay muchos otros sin cuyo trabajo este sueño no sería posible año tras año. Ellos saben quienes son. Saben que están en el corazón de este Festival. Y en el mío. Gracias.

Y eso es todo en lo que se refiere a la edición de este año. El V Festival de Cine Inédito de Mérida tendrá lugar del 26 de Noviembre al 4 de Diciembre del 2010. Nuestro compromiso con el cine de calidad y con un festival que durante una semana invierte las reglas habituales de la exhibición, permitiendo a los aficionados disfrutar con antelación de algunas de las mejores propuestas que llegarán a las pantallas españolas en los próximos meses seguirá siendo absoluto. Me gustaría pensar que vamos consolidando poco a poco nuestra propuesta y que seguimos teniendo un amplio margen para seguir creciendo. Empieza la cuenta atrás para un nuevo sueño.

Resumen fotográfico comentado del Festival en el Album de Facebook IV Festival de Cine Inédito de Mérida y en esta web de Daniel Toril Terrones

sábado, diciembre 05, 2009

IV FESTIVAL DE CINE INEDITO DE MÉRIDA Palmarés: LOS CAMINOS DE LA MEMORIA , Mejor Película

El documental de Jose Luis Peñafuerte LOS CAMINOS DE LA MEMORIA ha conseguido la valoración más alta por parte del público y por lo tanto el Premio a la Mejor Película en el IV Festival de Cine Inédito de Mérida que se desarrolla en la capital extremeña del 27 de Noviembre al 5 de Diciembre.

En Mérida es el público quien decide con sus votos la película ganadora, puntuando del 1 al 10 todas las propuestas de la Sección Oficial y obteniendo la media aritmética entre el total de puntos y el número de votos registrado.

Los resultados de la IV Edición del Festival de Cine Inédito de Mérida 2009 quedan de la siguiente forma:

1 - LOS CAMINOS DE LA MEMORIA de Jose Luis Peñafuerte (España-Bélgica)

114 Espectadores - 79 Votos - 669 Puntos – Valoración Media: 8.46

2 – EL ERIZO de Mona Achache (Francia)

252 Espectadores - 210 Votos – 1712 Puntos – Valoración Media: 8.12

3 – CINCO MINUTOS DE GLORIA de Oliver Hirschgiebel (Gran Bretaña – Irlanda)

144 Espectadores – 116 Votos – 913 Puntos – Valoración Media: 7.87

4 – LA CINTA BLANCA de Michael Haneke (Alemania – Austria)

272 Espectadores – 177 Votos – 1350 Puntos - Valoración Media: 7.62

5 – HONEYMOOONS de Goran Paskaljevic (Serbia-Albania)

186 Espectadores - 132 Votos – 955 Puntos - Valoración Media: 7.23

6 – LA ISLA INTERIOR de Félix Sabroso y Dunia Ayuso (España)

236 Espectadores – 211 Votos – 1517 Puntos - Valoración Media: 7.18

7 – LOURDES de Jessica Hausner (Francia)

141 Espectadores – 103 Votos – 669 Puntos – Valoración Media: 6.49

1345 espectadores han disfrutado de la Sección Oficial de este año, lo que arroja una media de asistencia de 192 personas por película, a los que habría que sumar los 196 asistentes a La Noche del Cine Extremeño, fuera de concurso. Cabe destacar que ha sido precisamente la película ganadora LOS CAMINOS DE LA MEMORIA la que menos espectadores tuvo, 144

La valoración media del conjunto de películas de la Sección Oficial es de 7.57, superando así por muy poco el 7.56 alcanzado en la pasada edición.

El Jurado Joven ha otorgado por mayoría su Premio de la Juventud a la película EL ERIZO de Mona Achache, concediendo asimismo una Mención Especial a CINCO MINUTOS DE GLORIA de Oliver Hirschgiebel. Es la primera vez desde que el Jurado Joven se instauró en el Festival que la película premiada por los jóvenes no coincide con la favorita del Público.

La IV Edición del Festival de Cine Inédito de Mérida cerrará sus puertas esta noche con la Gala de Clausura que se celebrará en el Centro Cultural Alcazaba a partir de las 20:30 horas, una gala presentada por los humoristas locales Apretacroquetas que contará con la participación de la Asociación Solidaridad Africana de Extremadura, el Dúo Clásico Evelirio, Laura, Thriller Live y Xirina (danza oriental contemporánea). En el transcurso de la misma se otorgarán los Premios Miradas 2009 que este año han recaido en Manuel Sánchez, Manuel Ávila, la empresa de cines Navia y la empresa de producción y distribución de cortometrajes extremeña Agencia Freak. La entrada a dicha gala será gratuita.

martes, noviembre 24, 2009

IV FESTIVAL DE CINE DE MÉRIDA: Redescubriendo Europa

Siempre he creído que el Festival de Cine Inédito de Mérida ha de ser un viaje que aporte algo más que el habitual carrusel de historias y emociones que ofrece la pantalla. Hay algo de obligación moral en ese sentido: uno tiene que ponerse en el lugar del espectador que acuda día tras día al Festival y pensar si al final de ese viaje las distintas películas de la Sección Oficial le habrán proporcionado una visión de conjunto que de alguna forma haya ensanchado su percepción del mundo, enriquecido su conocimiento del mismo. El cine es por supuesto emoción y entretenimiento, pero eso no está reñido con el reto continuo que supone enfrentar nuestra forma de entender la vida con las historias que disfrutaremos en esta edición.

El viaje de este año es Europa, ese inabarcable espacio político, social e histórico que nos rodea y del que formamos parte. No es más que un pequeño atisbo, un pestañeo ante una realidad compleja y diversa que muta ante nuestros ojos con enorme rapidez mientras se sostiene sobre la sólida base de la Historia, de sus valores compartidos, de una diversidad apabullante que sin embargo parece empeñada en encontrar una identidad común donde reconocerse.
Hay una línea invisible que une varias películas del Festival a través del conflicto. En La Cinta Blanca Haneke nos propone que nos sumerjamos en un pequeño pueblo alemán de principios del siglo XX y tratemos de encontrar algunas claves sobre cómo pudo surgir la mentalidad que años más tarde daría lugar a ese monstruo que asoló Europa. Honeymoons sin embargo nos habla de conflictos más recientes: la herida de Kosovo sigue abierta y sus consecuencias afectan a serbios y albaneses convirtiéndoles en ciudadanos de segunda enfrentados entre sí en esa Europa que estamos construyendo. Cinco Minutos de Gloria nos habla desde Irlanda de superar esas heridas, de la dificultad para encontrar el camino del perdón que venza al rencor y la venganza. Y todo desemboca en la imprescindible Los Caminos de la Memoria que nos obligará a revisar nuestro sentido de la justicia, nuestro compromiso moral de no dejarnos llevar por el olvido. Europa se ha forjado en el conflicto: sus orígenes, sus consecuencias, su superación, su memoria… todo es parte de nuestra herencia, de nosotros mismos.
También está la forma en que crecemos, en que nos relacionamos, en lo que creemos. Ahí está La Isla Interior para hablarnos del aislamiento emocional y la locura, del peso de las herencias familiares que condicionan nuestra existencia. O El Erizo, deliciosa película sobre las apariencias, nuestra necesidad de protegernos y la forma en la que debemos aprender a correr riesgos, a abrirnos sin miedo a las ideas o los sentimientos del otro. Por último, Lourdes habla de la religión católica, un pilar básico en la construcción de Europa. Una mirada tan respetuosa como ambigua llena de sutilidad e inteligencia que sin duda está destinada a generar debate y polémica.
Otra cosa que también merece la pena destacar de esta selección de títulos es la variedad de emociones que proporciona. Por la temática que manejan podría pensarse de forma errónea que se trata de un conjunto de obras extremadamente serias, ásperas, pasto abonado de sesudos cinéfilos lejos del alcance del espectador común. Nada más lejos de la realidad: no es drama y afán de conocimiento todo lo que reluce, sino mucho, mucho más. Y todo el mundo, sin excepción, puede disfrutar de estas propuestas.
Les aseguro que en este Festival habrá momentos de la más pura comedia como los que surgen de los peculiares comportamientos de los atribulados protagonistas de La Isla Interior, se desconcertarán ante la clarividencia con la que una niña ve el mundo muy a menudo carente de sentido de los adultos y vibrarán con el renacer de sentimientos largamente olvidados con El Erizo, podrán disfrutar al máximo de la música, el baile y las ganas de vivir tan características de los Balcanes en Honeymoons, sentirán a fondo el carrusel de géneros que proponen los distintos autores de La Noche del Cine Extremeño, serán seducidos por el sutil uso de la ironía y el peculiar sentido del humor que recorre el metraje de la ambivalente Lourdes o pasarán en un suspiro de la risa al dolor siguiendo al atacado personaje de James Nesbitt en Cinco Minutos de Gloria.
Disfruten de este privilegio. Quizás mirando a esta Europa diversa y contradictoria aprendan algo sobre sí mismos. Les aseguro que emociones no les van a faltar a lo largo del viaje.

domingo, noviembre 22, 2009

IV FESTIVAL CINE INEDITO DE MERIDA: Una mirada a Europa y al compromiso de sus autores

No ha sido algo premeditado, pero no cabe duda que hablar de la programación de la IV Edición del Festival de Cine Inédito de Mérida es hablar de Europa. Cuando empecé este año el periplo habitual por los distintos certámenes nacionales en busca de las películas que tenían ante sí el difícil reto de mantener el más que notable nivel de calidad exigible a un festival de nuestras características, no me costó demasiado darme cuenta que, un año más, las propuestas más estimulantes del panorama cinematográfico internacional venían del viejo continente. Uno trata de juntar las piezas de forma coherente, buscando una temática, una línea que haga algo más sencilla la tarea de “vender” el festival al público y a los medios. Y al final resulta que la idea que mejor define esta selección de títulos que tengo el honor y el placer de presentarles este año no es otra cosa que el compromiso con una serie de valores, una mirada entre crítica y esperanzada a la forma en que nos relacionamos con nuestros semejantes o a hechos históricos cuyas consecuencias aun tenemos muy presentes.
Quizás sea La Isla Interior la película que define en gran parte la locura y el aislamiento del que yo quisiera que estas películas les ayudaran a alejarse. Cuando terminen este viaje que empieza en las Islas Canarias puede que aprendan a enfrentarse mejor con esas temibles herencias que nos dejan las familias o una educación basada en ideales considerados como valores absolutos y por lo tantos condenados a pervertirse, tal y como nos muestra Michael Haneke en la imprescindible La Cinta Blanca, una contundente lección de Historia que a nadie dejará indiferente. Puede que sepamos mirar más allá de las apariencias, como les sucede a los protagonistas de El Erizo, para atrevernos a dejar expuesto el corazón y la cabeza a sentimientos e ideas que no sean los propios. A lo mejor reconocemos que cerca nuestro siguen existiendo barreras muy reales que convierten a algunos europeos en ciudadanos de segunda como denuncia Honeymoons. O seremos capaces de cuestionar nuestras propias creencias y las de otros sin necesidad de imponer nada, desde el respeto y la inteligencia como nos reta Lourdes en su peculiar visión de un fenómeno que va mucho más allá de lo religioso para convertirse en una exploración primordial del ser humano. ¿Sabríamos acaso ser lo suficientemente generosos para perdonar las afrentas más dolorosas como buscan los protagonistas de Cinco Minutos de Gloria? ¿Encontraremos la fórmula que nos ayude a sacar del olvido, sin rencores, a tantos que merecen ese reconocimiento, como pide el imprescindible documental Los Caminos de la Memoria que cierra nuestro viaje?

No puedo prometerles respuestas. Este es un Festival que, por encima de todo, plantea preguntas y las respuestas acaso estén más en el interior de cada uno que en las imágenes que inundan la pantalla. Pero eso sí: puedo garantizarles que van a emocionarse, que estas obras les van a ofrecer argumentos más que suficientes para que la noche termine mucho después de los títulos de crédito. Más allá de su incuestionable calidad cinematográfica, esta es una selección de títulos valientes que tienen en común poner el acento en una serie de valores esenciales. Ese es el compromiso del mejor cine europeo que domina por completo la programación de este año y que ha obtenido los mayores reconocimientos en certámenes como Cannes, la Seminci o el Festival de Cine Europeo de Sevilla. Y todo esto sin dejar de prestar a nuestros jóvenes valores extremeños la atención que sin duda merecen para que sus excelentes propuestas puedan verse en el marco que sin duda merecen. Ellos también tienen mucho que aportar.

Habrá tiempo para recorrer otros caminos. Este año desde Mérida miramos a Europa y Europa nos devuelve la mirada desde la emoción y el interrogante. Espero que disfruten de este privilegiado viaje.

jueves, noviembre 19, 2009

IV FESTIVAL DE CINE INEDITO DE MÉRIDA: Sección Oficial

Esta es la programación de la Sección Oficial del IV Festival de Cine Inédito de Mérida:

Viernes 27 de Noviembre:
LA ISLA INTERIOR de Dunia Ayaso y Félix Sabroso
Gracia, Martín y Coral son tres hermanos con vidas muy diferentes que luchan por salir adelante. Tres náufragos de sí mismos. Aunque saben que se necesitan, siempre acaban dándose la espalda y sin poder ayudarse unos a otros porque, quizá, sus problemas se parecen demasiado. Martín quiere dejar la casa de sus padres para escribir en París. Gracia quiere separar la realidad de la ficción en la que se ha convertido su vida. Coral tan sólo quiere que la quieran. En esta situación de huida y miedo se encuentran los tres hermanos cuando son informados de la inminente muerte de su padre.
Premios: Seminci 2009 Mejor Actor Alberto San Juan.

Sabado 28 de Noviembre:
LA CINTA BLANCA de Michael Haneke
Un pueblo protestante en el norte de Alemania. 1913-1914. Vísperas de la I Guerra Mundial. La historia de los niños y adolescentes del coro del colegio y de la iglesia dirigido por el maestro, y de sus familias, el barón, el encargado, el médico, la comadrona, y los granjeros. Empiezan a pasar cosas extrañas que, poco a poco, toman el carácter de un castigo ritual. ¿Quién está detrás de todo esto?
Premios: Festival Cannes 2009 Palma de Oro Mejor Película; Gran Premio FIPRESCI Mejor Película del año y cuatro nominaciones a los Premios de la Academia Europea: Mejor Película, Mejor Director, Mejor Guión, Mejor Fotografía.

Domingo 29 de Noviembre:
EL ERIZO de Mona Achache
El Erizo narra la historia de un encuentro inesperado entre algunos de los habitantes de un inmueble de la calle Eugène Manuel, en París: Paloma Josse, una niña de once años tremendamente inteligente y con un plan secreto; Renée Michel, portera discreta y solitaria que bajo su apariencia de inculta y arisca oculta en realidad una personalidad inteligente y cultivada, y el enigmático señor Kakuro Ozu, un japonés que acaba de mudarse al edificio.
Premios: Seminci 2009 Premio del Público y Mejor Música.

Lunes 30 de Noviembre:
HONEYMOONS de Goran Paskaljevic

Con la esperanza de alcanzar una vida mejor, dos jóvenes parejas planean abandonar sus respectivos países. Melinda y Nik pretenden alcanzar Italia desde Albania para poder vivir libremente una relación prohibida. Vera y Marko, por su parte, quieren marcharse de Serbia en dirección a Austria para mejorar sus vidas ya que Marko, un violonchelista de notable talento, tiene la oportunidad de entrar en la Orquesta Filarmónica de Viena. Pero Europa, esa especie de Tierra Prometida para tantos balcánicos, no les pondrá fácil cumplir sus sueños.
Premios: Seminci 2009 Espiga de Oro Mejor Película.

Martes 1 de Diciembre:
LA NOCHE DEL CINE EXTREMEÑO
Desde su segunda edición, el Festival de Cine Inédito de Mérida ha adquirido un fuerte compromiso con la producción audiovisual extremeña, buscando siempre un espacio donde puedan verse algunos de los trabajos más representativos que los profesionales de nuestra región han llevado a cabo en los últimos tiempos. Para esta IV edición contamos con una sesión en la que podrá verse una interesante selección de cortometrajes que abordan las más variadas temáticas y géneros, algunos de ellos premiados en diversos certámenes. Es nuestro principal objetivo servir de escaparate y promoción de estos trabajos que a veces tienen sumamente difícil llegar al espectador. Espero que disfruten de nuestra propuesta, compuesta por siete cortometrajes: Jesusito de mi Vida, De Sangre, Fuera de Lugar, Plaza Vacante, La Punta del Iceberg, Pánico a una Muerte Ridicula y El Viaje de Cris

Miercoles 2 de Diciembre:
LOURDES de Jessica Hausner
Christine ha pasado la mayor parte de su vida confinada en una silla de ruedas. Para escapar de su aislamiento, emprende un viaje a Lourdes, el legendario lugar de peregrinaje en el corazón de los Pirineos. Mientras se desarrolla el viaje, Christine observa con cierto distanciamiento todo lo que sucede a su alrededor, las esperanzas de los discapacitados peregrinos, las relaciones que se desarrollan entre las voluntarias que les atienden y los jóvenes que las acompañan, la abnegación y la entrega, la inevitable fe en una nueva curación milagrosa
Premios: Festival Cine Europeo Sevilla 2009, Giraldillo de Oro a la Mejor Película

Jueves 3 de Diciembre:
CINCO MINUTOS DE GLORIA de Oliver Hirschgiebel

En 1975, en pleno período de violencia en Belfast, un joven protestante decide junto a unos amigos cumplir una misión de prueba para ingresar en la Ulster Volunteer Force, amedrentando a una familia católica para que abandone un barrio protestante. El plan sale mal y acaba con la muerte del joven primogénito católico. Años después, un programa de televisión intentará “reconciliar” al asesino con el hermano de la víctima para mostrar la evolución positiva de una nueva Irlanda.
Premios: Festival Sundance 2009 Sección World Cinema Mejor Director y Mejor Guión.

Viernes 4 de Diciembre:
LOS CAMINOS DE LA MEMORIA de Jose Luis Peñafuerte

La dictadura de Franco, uno de los regimenes dictatoriales más largos y violentos de la historia del siglo XX, ha sido guardado bajo silencio por España desde la transición y la recuperación de la democracia. Con motivo de la aprobación de la controvertida Ley de Memoria Histórica en diciembre del 2007, por la que el Gobierno español pretende finalmente levantar el velo sobre este período, y de esa manera hacer justicia a los cientos de miles de víctimas del franquismo.
Premios: Seminci 2009 Tiempo de Historia Segundo Premio.

Como podeis observar, es una Sección Oficial compuesta única y exclusivamente por títulos europeos de primer orden. En realidad está pensado para que aquel que siga toda la programación se embarque en un viaje por Europa en el que a través de la emoción, la memoria y la pluralidad de miradas y puntos de vista, acaso consiga un mejor entendimiento de ese enorme espacio político y social que nos rodea y del que formamos parte y por lo tanto, un mejor conocimiento de nosotros mismos. Por supuesto todo ello servido a través de ese maravilloso vehículo para contar historias que es el cine. Que la disfruten.

miércoles, noviembre 18, 2009

IV FESTIVAL DE CINE DE MÉRIDA: Cartel Oficial


Aqui teneis el cartel diseñado un año más por David Pozo para la IV Edición del Festival de Cine Inédito de Mérida que se celebrará del 27 de Noviembre al 5 de Diciembre y cuya programación se dará a conocer mañana jueves a las 11:00 en una rueda de prensa en el Palace. La web oficial estará también disponible a partir de mañana y ahí comenzará una cuenta atrás durante la cual nuestro principal objetivo será difundir cuánta más información mejor para que la edición de este año, dominada por completo por el cine europeo de primer nivel, sea todo un éxito de público.

Tenemos mucho que contar, pero lo haremos poco a poco para no saturaros. De momento, mañana jueves, la programación de la Sección Oficial. Que no es poco. Vais a alucinar con las películas de este año.

viernes, octubre 30, 2009

SEMINCI 2009 Cronica 7: My Queen Karo, Un Lugar donde Quedarse, Luna Caliente, El Ejército del Crimen


MY QUEEN KARO, Aquellos no tan maravillosos años

Sin duda hay algo fascinante en los años 70. Época convulsa como pocas en muchas partes del mundo, durante la primera mitad de la década se vivió una especie de resaca del famoso Verano del Amor hippie y Nixon y el Watergate contribuyeron a darle carpetazo a gran parte de los sueños de libertad y las alternativas a otro tipo de sociedad que tuvieron entonces su apogeo. Muchos pensaron que era factible y hasta obligado organizarse de otra forma compartiendo todo y rebelándose abiertamente contra la sociedad capitalista y uno de los campos donde más se libró esta batalla fue el de la familia tradicional. Las comunas, esa especie de cooperativas del amor libre, resultaban para muchos de lo más atractivas, además de por los motivos más obvios e inmediatos que acuden a la mente, por lo radical de unos planteamientos que afectaban a la esfera más intima: el funcionamiento de la pareja… y la educación de los niños en un ambiente muy alejado de lo tradicional.

Estamos en Ámsterdam en 1974. Raven y Dalia, una pareja belga, llega junto a su hija Karo de 10 años a una casa ocupada donde integran una de estas comunas. La idea es buscar la felicidad de una forma alternativa y al principio la cosa funciona. Pero los problemas no tardan en aparecer. El amor libre tiene esas cosas: Raven, un utópico de esos que siguen sus ideales hasta las últimas consecuencias especialmente cuando le benefician inicia una relación con otra mujer y a Dalia no le queda otra que tragar y compartir si no quiere perder a su pareja. La mirada de la directora nos coloca a la misma altura de los ojos de Karo, que rápidamente se ve dividida entre dos fuerzas que tiran de ella en sentidos opuestos: los ideales de su padre frente al pragmatismo algo más moderado de su madre. No hay vuelta atrás, las cosas no pueden ser como antes y más temprano que tarde, está claro que Karo tendrá que tomar una decisión mientras sus padres se van alejando cada vez más uno del otro, enfrentados en posturas irreconciliables.

My Queen Karo expresa con bastante claridad el inevitable fracaso de un sistema mucho menos libre de lo que aparentaba – Raven proclama defender la libertad, pero es un intolerante con aquellos que no comparten su “pureza de ideales” – pero no tanto desde el punto de vista moralista como desde la imposibilidad de imponer determinadas estructuras por encima de los instintos y las emociones humanas básicas. El proceso de Karo se hace transparente para el espectador, que asiste impotente a su progresiva sensación de pérdida, a su demanda continua de cariño dentro y fuera del núcleo familiar, a sus esfuerzos por asimilar los principios a menudo contradictorios que se le inculcan y adaptarse a una situación que la desborda y le impide ser una niña normal.

Hasta aquí, nada que objetar. El problema es que todo resulta reiterativo y excesivamente previsible. Tanto que es imposible no anticipar todas y cada una de las cosas que suceden en la cinta, como si de una crónica de un fracaso anunciado se tratara y el a todas luces desmesurado metraje de la cinta, más bien escaso de esos conflictos que hagan avanzar la trama – los episodios con la prostituta de abajo, la tía monja que provoca una o incluso los primeros escarceos amorosos de Karo no pasan de lo anecdótico - convierten a My Queen Karo en una película alargada y bastante aburrida en la se puede salvar, como nota curiosa casi antropológica, la lograda ambientación de la época. Asimismo los ocasionales despelotes – los de Deborah François son espectaculares - y refociles amorosos del personal de la comuna ayudan a que uno no se duerma del todo, pero poco bagaje más, la verdad.

UN LUGAR DONDE QUEDARSE, Listillos recorriendo América

La película que fuera de concurso clausura la Sección Oficial – y que nadie sabe muy bien por qué la hemos visto dos días antes de que termine la misma – es una muy divertida comedia sobre una pareja que a punto de ser padres y tras enterarse que no tienen razón alguna para quedarse en el sitio donde viven actualmente, sufren un cierto ataque de pánico y deciden recorrer distintos puntos de los EE.UU y Canadá para visitar antiguos amigos de uno y otro y decidir cual es el mejor sitio donde vivir y criar a su futuro bebé. Se inicia así un improbable itinerario que el inglés Sam Mendes aprovecha para construir una especie de fresco sobre las muy distintas formas de asumir la paternidad, afrontar la educación de los niños y hacer compatible ésta con la a ratos sumamente compleja supervivencia de la propia pareja, a punto de cruzar una línea sobre la que no hay vuelta atrás.

El director de Revolutionary Road parece que necesitaba imperiosamente tras aquella durísima y desencantada visión de cómo atreverse a soñar con un futuro mejor podía destrozar por completo el frágil equilibrio de la vida en pareja compensarse y compensarnos con una película que en cierto sentido es el reverso positivo de aquella. Burt y Verona son una pareja que carece en apariencia de los miedos e inseguridades que todos sufrimos y no les duelen prendas – ni al parecer los recursos económicos – con tal de encontrar ese sitio idealizado donde poner el nido. Muy al contrario, se lo toman con calma y muchísimo sentido del humor. Y hay que reconocerle a los guionistas Dave Eggers y Vendela Vida (que me maten si no es el seudónimo más improbable de la historia, aunque reconozco que desconozco quien se oculta tras él) su capacidad para conseguir no ya la sonrisa cómplice sino abiertas carcajadas a lo largo de los muchos encuentros y desencuentros que tienen con otros padres a cual más estrambóticos con los que viven las situaciones más descacharrantes.

Un Lugar donde Quedarse es una película de listillos. De esos a los que le gusta lucirse, hacer que sus personajes digan algo inteligente, irónico, brillante y divertido en todo momento. Y la verdad es que la cosa funciona, por mucho que resulte imposible tomársela en serio, simplemente porque sus actores tienen una incuestionable vis cómica, los diálogos vuelan de un lado a otro con la precisión y el timing justo riéndose la mayor parte de las veces de cosas que nos resultan muy familiares y sobre todo no se le puede discutir que tiene algunos momentos muy logrados – el gag del carrito en casa de los insufribles seudohippies es francamente memorable – capaces de alegrarle la vida al espíritu más amargado.

Por supuesto, Un Lugar Donde Quedarse no sería los mismo sin el excelente trabajo de dos cómicos de raza, fogueados largamente en algunas de las mejores escuelas del humor estadounidense de los últimos tiempos – Maya Rudolph es una habitual del casting fijo de Saturday Night Live desde hace no sé ya cuantas temporadas, mientras que John Krasinski es una de las razones del éxito de esa maravillosa serie llamada The Office que está entre lo mejor que ha dado la pequeña pantalla en el campo del humor en años – que sostienen con su saber hacer una película que, a poco que se reflexione sobre ella, se caerá en la cuenta que es poco más que una sucesión de sketches divertidos pero con nula progresión dramática que abraza sin complejos la cursilería propia de la comedia romántica, molestas cancioncillas incluidas, cuando es necesario.

LUNA CALIENTE, La caliente niña Ramona

Cuando uno se enfrenta a una película de Vicente Aranda siempre espera encontrar al autor de Amantes o Libertarias y no al de Carmen o Canciones de Amor en Lolita’s Club, obras que en los últimos tiempos son ejemplos claros de esa especie de cine de bragueta al que Aranda se ha entregado por completo con inusitado fervor en los últimos tiempos. Conste en acta que servidor no tiene de entrada problema alguno con el sexo en el cine y me considero tan erotómano como el que más, pero no deja de provocar cierta tristeza que un director que ha dado sobradas muestras en el pasado de conocer bien su oficio parezca no tener mayor interés que poblar la pantalla de suculentas escenas de sexo que más que un medio para conseguir una sensación o contar una historia, son un fin en si mismo. Y para eso, pues que quieren que les diga, servidor prefiere ponerse un porno.

Lo triste es que empieza Luna Caliente y a los veinte minutos de proyección empiezan a sonar las primeras carcajadas. Es normal. Estamos siguiendo en el Burgos del 1974, en medio de toda la tensión por el famoso proceso a varios etarras a Juan, un improbable Eduard Fernández, poeta, funcionario de la UNESCO y ligero izquierdoso de vacaciones en su tierra que al visitar a un viejo colega antifranquista se ve literalmente arrollado por la desbordante sensualidad de su hija de dieciséis añitos y vertiginosas curvas. Como no será la cosa que el propio Aranda obliga a todo un señor actor como Emilio Gutiérrez Caba a soltar una aburrida perorata sobre sus méritos médicos que a nadie interesa porque el director sabe perfectamente que todo el personal heterosexual de la sala no está pendiente de otra cosa que los más que evidentes atributos físicos de Thaïs Blume. Por si a alguien no le ha quedado claro, Aranda nos obsequia con un más que gratuito plano de su pecho, pezón al viento bajo la leve camiseta, que deje claro el tema. A partir de ahí, insinuaciones más o menos veladas, una relación sexual que se parece mucho a una violación con resultados catastróficos y un viaje nocturno que no es sino el comienzo de una tremenda pesadilla por el sistema policial franquista que experimenta el atribulado y eso si, siempre salido cual pico de una mesa Juan.

Es imposible tomarse en serio Luna Caliente. Cuando parece que puede empezar a tomar un camino interesante, Aranda rueda una escena estrambótica tras otra, injustificada salvo para aprovechar los ardores de la niña Ramona para sacar todo el partido que puede del contundente físico de Thaïs Blume – el polvo en el árbol de un jardín en pleno funeral, con un policía interpretado por un inenarrable José Coronado metido a mamporrero es uno de los cúlmenes del surrealismo del cine español de los últimos tiempos, casi a la altura de aquel memorable pase de El Ciclo Dreyer en la Seminci del 2006 – hasta el punto que cuando la madre de Juan, que escucha detrás de la puerta los gemidos procedentes de uno de sus encuentros furtivos y pregunta a voz en grito “Pero, Juan ¿Cómo has podido?” uno se siente tentado a responder por Juan “¿Pero tú la has visto bien?”

El caso es que Luna Caliente podría haber dado para muchas cosas. Hubiera podido ser una lectura interesante sobre los últimos y violentos coletazos represivos del régimen franquista, podría haber contado una posible toma de conciencia política por parte de un personaje que pese a compartir las ideas de izquierda prefirió mantenerse casi por completo al margen de la lucha desde el exilio. Incluso podría haber dado cierto juego como un simple thriller si se hubieran atado bien los distintos hilos argumentales. Pero no: a Aranda solo le interesa el sexo y no hay en el mundo citas literarias suficientes para disimular ese anhelo por más que Aranda se empeñe, hasta tal punto que un actor tan solvente como Eduard Fernández parece totalmente perdido en semejante atolladero. En fin. Hay directores que envejecen mejor y otros que lo hacen peor. Y todo el mundo tiene derecho a filmar películas alimenticias para seguir en la brecha. Pero es una lástima que ofrezcan tan poco cine en su interior, sobre todo tratándose de Aranda.


L’ARMÉE DU CRIME, Guedigian y La Resistance

De la misma forma que el cine español tiene en la Guerra Civil una fuente inagotable – y si, es inagotable, pese a que algunos se empeñen en lo contrario – de historias, lo mismo puede aplicarse a la Francia ocupada por los alemanes en la II Guerra Mundial, ya sea para lavar la conciencia culpable del régimen colaboracionista de Petain, ya sea para mostrar la lucha de la Resistencia contra el invasor y el alto precio que muchos tuvieron que pagar por esa lucha. Guedigian se embarca en un género que en apariencia parece muy alejado de sus historias cercanas, pero a poco que uno se fije con detenimiento, en realidad no lo es tanto: una vez más Guedigian habla de la indignación creciente que desemboca en el levantamiento contra el opresor, una vez más el director se detiene en contar el día a día de los distintos personajes que acabarán, a veces incluso contra sus primeros deseos, integrando las filas de ese ejército clandestino que recurre al terrorismo, una vez más, Guedigian aboga por el entendimiento entre personas de distintas nacionalidades, credos y extracción social como forma de unirse contra un mal mayor. Como ven, el Guedigian de siempre.


Desde la primera escena se nos informa del destino final de todos y cada uno de los protagonistas de la película. Así pues el interés de la propuesta no reside en lo que finalmente ocurrirá, sino en el proceso por el que un grupo de individuos que por muy diversas circunstancias inician la guerra por su cuenta, acaban por engrosar las filas de la Resistencia. En ese sentido Guedigian tampoco es que se distancie demasiado de cierta mirada costumbrista: nos familiarizamos con los diversos personajes a base de conocer su entorno, sus hábitos, sus conflictos, sus deseos… Donde Guedigian sí puede patinar un poco es en el viejo talón de Aquiles de toda película que muestra el terrorismo como forma de lucha justificada porque está muy claro que los nazis son el mal y punto. La película no evita una mirada glorificadora de aquellos mártires y es comprensible que así sea. Pero a uno le cabe preguntarse si pongamos por caso un terrorista islámico no justificaría de la misma forma sus actos. Al fin y al cabo puede que las cosas cambien y algún cineasta venga dentro de cuarenta años a rendirle un sentido homenaje por volar un autobús o una librería llena de gente. Territorio peligroso éste.


Uno de los aspectos positivos L’Armée Du Crime es que consigue ir creciendo en interés y en intensidad según avanza el metraje y el cerco se va cerrando cada vez más sobre los protagonistas hasta ahogarlos por completo. Le sobran algunos maniqueísmos que afean el conjunto - los papeles de la chica judía que se vende por supervivencia o el húngaro que delata a sus compañeros convirtiéndose así en una figura negativa, cuando todo el mundo sabe que bajo tortura no hay heroísmos que valgan y todo el mundo termina cantando tarde o temprano – pero el buen trabajo de los actores, alguna idea inspirada – la historia real del armenio convertido en jefe de grupo que hace suya una causa que para él es la misma que la de su pueblo cuando el genocidio turco o la acertada descripción de la policía colaboracionista haciendo el trabajo sucio – y una acertada BSO del gran Alexandre Desplat convierten El Ejército del Crimen en una seria candidata a trincar algo en el Palmarés de mañana.


Y eso es todo en lo que a la Sección Oficial se refiere. Mis muy personales apuestas para el Palmarés quedan de la siguiente forma:

- GUIÓN: Enrique Urbizu por Castillos de Cartón
- MÚSICA: Por sorprendente, Pau Recha por Petit Indi. Aunque Gabriel Yared por El Erizo, Desplat por El Ejército del Crimen o Elena Karaindrou por Dust of Time son todas excelentes opciones.
- FOTOGRAFÍA: Andreas Sinanos por Dust of Time. La alternativa sería Soderbergh por The Girlfriend Experience o incluso Pere Pueyo por Estigmas.
- MEJOR ACTOR: Jeff Goldblum por Adam Resucitado. Y cualquier otra cosa – componendas a actores españoles incluidos – será una injusticia
- MEJOR ACTRIZ: Josiane Balasko por El Erizo. Aunque Trine Dirholm por Lille Soldat es otra opción que nadie protestaría. Si quieren premiar a un español en el apartado de interpretación Adriana Ugarte en Castillos de Cartón o Candela Peña en La Isla Interior son buenas opciones.
- PREMIO NUEVOS DIRECTORES: Mia Love Hansen por Le Pere des Enfants. Aunque la favorita es Mona Achache por El Erizo.
- ESPIGA DE PLATA: Adam Resucitado de Paul Schrader
- ESPIGA DE ORO: Honeymoons de Goran Paskaljevic – improbable porque ya tiene dos espigas de Oro, pero a mi es la que más me ha gustado –
Aqui la tradicional porra de este año del Colombo, con los votos de los alli reunidos por categorías, para que veais lo que piensa el personal:

Pase lo que pase, la conclusión es clara: puede que ésta haya sido, con sus inevitables patinazos, la mejor selección de títulos que ha tenido la Seminci en los últimos años. Puede que no haya ninguna obra maestra, pero el nivel medio ha sido en general bastante alto.