lunes, diciembre 31, 2007

LO MEJOR DEL 2007

Llegado el último día del año, es de recibo echar la vista atrás y entrar en ese juego tan habitual de multitud de blogs y publicaciones cinematográficas de todo tipo que elige entre todo lo visto las mejores películas del año. Es un ritual que un servidor sigue cada año, si bien es verdad que yo suelo esperar hasta febrero porque aprovecho los dos primeros meses del año siguiente para recuperar parte de las películas que no he tenido ocasión de ver durante el año y que entiendo que puedan ser susceptibles de entrar en esta lista. Sin embargo este año voy a dejar aparcado lo no visto y centrarme en lo que, a día de hoy, me parece lo mejor visto en este 2007 que hoy despedimos y en el que por supuesto para el que escribe estas líneas el acontecimiento cinematográfico del año no puede ser otro que el éxito del II Festival de Cine Inédito de Mérida por el que no dejo de recibir felicitaciones de todo tipo, la última esta hermosísima carta de agradecimiento de Sofía Serrano Trenado publicada ayer en el Hoy:

http://www.hoy.es/20071230/opinion/gran-festival-20071230.html

Pero vamos a los que vamos. Empezaré por dar algunos datos para situar la elección: este año he pasado por las salas de cine 148 veces – repetí película en 9 ocasiones, lo que deja 139 vistas – pero de ese universo de filmes hay que descartar por motivos evidentes todos aquellos vistos en festivales pero que aun no se han estrenado comercialmente en España (algunos igual no se estrenarán nunca) para los que habrá un pequeño apartado también en este post. Así pues hecha esa criba me quedan 105 películas de las que elegiré 10 filmes extranjeros y 5 películas nacionales para Lo Mejor del Año

CINE EXTRANJERO

Mis 10 películas imprescindibles del 2007, en orden alfabético, son las siguientes

1. APOCALYPTO de Mel Gibson (USA) Por bien rodada, por adrenalítica y por sorprendente. Por echarle un par de narices y hacerme recuperar mis mejores sensaciones de infancia con las pelis de aventuras de toda la vida. Mel Gibson hace un trabajo fantástico detrás de la cámara para embarcarnos en un mundo desconocido – me da igual que confunda mayas con aztecas o que la verosimilitud de la recreación de aquella civilización pudiera ser dudosa: el que no entendiera que se trataba de una aproximación desde la ficción, allá él. Lo importante era otra cosa – en el que la lucha por la supervivencia y por recuperar a su familia del protagonista de este agotador filme conseguía momentos de puro hipnotismo y brillantez visual a raudales. A mi el Mel Gibson persona, con su fundamentalismo religioso, su homofobia y su antisemitismo me puede caer como una patada en los mismísimos, pero creo que su excepcional talento como cineasta y narrador de historias está fuera de toda duda.

2. CARTAS DESDE IWO JIMA de Clint Eastwood (USA) Si no es la peli más completa del año, le debe faltar bien poco. Eastwood se sale en esta visión de la batalla desde el lado japonés, tanto que si no supiéramos que es suya, podríamos pensar que la había hecho cualquier maestro del cine del país del sol naciente. Mayor respeto, imposible en una obra muy superior en resultados (y distinta: el enfoque no es opuesto sino complementario) a Banderas de Nuestros Padres, con la que forma uno de los dípticos más originales de la historia del cine reciente. El acercamiento de Eastwood a la forma de pensar del japonés de aquellos duros años, su esfuerzo por meterse en la mente de hombres como ese general Kuribayashi (esplendido Ken Watanabe en una de las mejores interpretaciones del año) y su mensaje universal sobre la temible parte oscura y el sinsentido que tiene cualquier guerra conforman no solo un bélico de lo más atípico sino uno de los filmes más incuestionables del año.

3. DESEO, PELIGRO de Ang Lee (China) Ang Lee lo ha vuelto a conseguir. Deseo, Peligro me parece un peliculón impresionante. Puedo entender que algunos piensen que el filme quizás se demore un poco en su tramo inicial en todo el proceso de “captación y formación” de la tremenda Tang Wei para cazar a Tony Leung (que por cierto está en esta película tan bien como acostumbra en sus atormentados roles para las pelis de Wong Kar Wai, el director que sabe sacarle mejor partido) y esa demora hace que el metraje final a muchos pueda parecerle desmesurado, pero a mi todo me parece necesario e imprescindible. Ang Lee rueda como Dios y hace de su elegante puesta en escena y su suave forma de narrar en imágenes un arma poderosa y sugestiva con la que conseguir que el tiempo se te pase volando. Esa primera parte finaliza con una brutal secuencia de violencia que está por derecho propio en la antología de lo mejor del año. Además, la película va ganando en intensidad emocional e interés según se va desarrollando la trama y sus protagonistas se ven arrastrados al abismo de sus pasiones (¿cuantas pelis de hoy en día pueden decir eso?), las tremebundas (y necesarias) escenas de sexo, pese a lo acrobático de algunas, son de lo mejor visto en cine convencional desde hace años, la BSO de Alexandre Desplat es una maravilla y la resolución del filme es tan implacable y valiente como impecable. ¿Hace falta añadir algo más?

4. THE HOST de Bong Joon Hoo (Corea del Sur) ¿Una peli del género de monstruos entre lo mejor del año? Algunos pensarán que me he vuelto loco pero yo lo tengo muy claro: The Host es una peli que cumple a la perfección con todo lo que se espera de ella y aun más: innova tanto a la hora de presentar al monstruo (nada de oscuras callejuelas y tomas nocturnas que disimulen los errores digitales: aquí a plena luz del día y en lo que bien se podría denominar una peculiar versión coreana de los sanfermines) como en la originalidad a la hora de retratar a esa familia de tronados que se ve obligado a hacer frente a la amenaza, una pandilla tan tierna como decidida con la que uno no puede sino conmoverse. Si además Bong Joon Hoo demuestra de nuevo su talento tanto a la hora de mover la cámara como para diseñar una puesta en escena que sabe cuando ser asfixiante y cuando dar respiro al espectador – aunque The Host no alcance ni de lejos las cotas de brilllantes de su anterior y magistral Memories of Murder – merece un hueco en esta lista.

5. IRINA PALM de Sam Garbarski (Reino Unido) Es una tarea francamente complicada hacer una película tan cómoda con una historia tan incómoda, como bien ha señalado Oti Rodríguez Marchante. La historia de esta abuela venerable metida un poco por azar a pajillera de éxito en un sórdido local del Soho londinense es de lejos una de los planteamientos más atrevidos y originales del año, un filme decidida y deliberadamente provocadora. Empieza siendo un drama y te descoloca a las primeras de cambio, te ríes a gusto con las peripecias iniciales de la vieja dama (¡ese codo de “penista”!) y cuando te recuperas te toca la vena emotiva de forma brillante gracias a que Marianne Faithful y el gran Miki Manojlovik (que cara de hombre apaleado por su forma de ganarse la vida, pero con sus sueños aun intactos tiene este gran actor…) son una de las parejas con más química del año. Y además fue la película que ganó en Mérida, con un 8.9 sobre 10. Mis paisanos demostraron que saben reconocer lo bueno cuando lo ven :)

6. LA VIDA DE LOS OTROS de Florian Hanckel (Alemania) Esta peli tiene mucha miga: se puede disfrutar sucesivas veces sin desmayo de lo bien planteada y hecha que está. Es una ventana tanto a la temible RDA de aquellos años como a las soledades y deseos más inconfesables de los seres humanos. La paulatina transformación del personaje magistralmente interpretado por el malogrado Ulrich Mühe de inflexible perseguidor de disidentes políticos a conmovido ser humano por obra y gracia del amor que se profesan Martina Gedeck y Sebastián Koch es (pese a que sus detractores señalan, no se muy bien por qué, que dicho cambio no está lo suficientemente explicado) una de las historias más hermosas del año. Si a eso le sumamos una elegante puesta en escena, algún momento de humor (negro) absolutamente genial y, sobre todo, uno de los finales más redondos y brillantes del curso, creo que cualquier lista de Lo Mejor del Año estaría incompleta sin este notable filme que arrasó en los Premios del Cine Europeo y se llevó el Oscar.

7. LEJOS DE ELLA de Sarah Polley (Canadá) Reconozco que ésta puede ser mi elección más personal y discutible: Lejos de Ella es una de esas películas que o bien se la ama de forma apasionada y se la defiende de la misma forma o bien puede parecer un odioso pastel sensiblero repleto de tópicos y trampas si te deja fuera su propuesta. Yo soy de los primeros: me parece admirable la madurez con la que Polley (¡en su primer filme!) plantea un tema tan delicado, me creo tanto a la gran Julie Cristie en un trabajo brillante y abierto a interpretaciones (¿hay o no simulación en algún momento? Ambas respuestas pueden defenderse…) como a ese gran Gordon Pinsent atenazado por el miedo e incapaz de hacer frente a una situación insoluble salvo desde el amor que siente por su pareja de toda la vida. A mi es un filme que me conmueve profundamente y en el que creo que Polley dosifica bien los reconocibles universos de Coixet y Egoyan en una mezcla maravillosa que denota la búsqueda de un estilo propio. Llámenme cursi, sensiblero o lo que quieran: a mi esta peli me llega. Punto.

8. PROMESAS DEL ESTE de David Cronenberg (Reino Unido y Canadá) Por oscura, por bruta y por desasosegante. Por esa pelea en bolas que provoca tanta repulsión como desamparo. Por el miedo teñido de cierto patetismo que despide Viggo Mortensen en un personaje condenado se mire por donde se mire y por un Armin Müeller Stahl capaz de alcanzar en su maléfico y complejo personaje los niveles del mismísimo Brando en El Padrino y no estoy exagerando ni un pelo. Promesas del Este es un filme con agujeros de guión perdonables porque su atrevimiento radica en esa intrínseca negrura que rodea a los personajes y amenaza con engullirlos para siempre – véase el genial plano final de un no menos genial Viggo Mortensen, que mantiene una curiosa relación con uno similar en Deseo Peligro de Tony Leung al final del filme – y su fuerza es la de la brutalidad primigenia de unos personajes condenados a la lucha violenta por la supervivencia, toda una metáfora de alguno de los rostros más desagradables de nuestra sociedad actual, esa que opera en las sombras pero más cerca de lo que pensamos. Cronenberg está madurando de forma envidiable en este tramo final de su ya de por sí interesante filmografía.

9. RATATOUILLE de Brad Bird (USA). ¿Qué quieren que les diga? Creo que no me lo he pasado mejor en un cine en todo el año. Me parece un prodigio la idea inicial - ¿a quien demonios se le puede ocurrir eso de poner una rata, el animal universalmente considerado como el más asqueroso sobre la faz de la tierra, como un gourmet que acaba convertido en chef de uno de los restaurantes más exclusivos de Paris? ¿Cabe mayor atrevimiento? -, su impresionante puesta en imágenes y la capacidad que sigue teniendo Pixar de superar tus expectativas película tras película. Cine inteligente y brillante, equilibrado para todos los publicos y con la guinda final de un inconmensurable Anton Ego que debería hacer las delicias de todos los aspirantes a críticos con su acojonante discurso final ¿qué más se puede pedir?

10. ZODIAC de David Fincher (USA) Hay que ser muy brillante para salir más que airoso de un thriller en el que sabes de antemano que nunca se va a averiguar la identidad del misterioso asesino que cometió los crímenes y mantener la atención del espectador fijando su mirada en como evolucionan todos los personajes relacionados con el caso a la vez que se compone un esplendido fresco sobre la sociedad estadounidense de aquellos años (dominada en gran parte por la paranoia y por la lucha antisistema, pero la de verdad. Fincher lo consigue gracias a un ritmo brillante, unos actores esplendidos y una puesta en imágenes acojonante, llena de ideas geniales. De las mejores y más logradas propuestas del año.

Dicho esto, relaciono otras 10 películas muy recomendables del 2007 – alguna según el pie con el que me levante ese día bien podría estar en esta lista – que no me gustaría dejar de nombrar: 300, El Bosque del Luto, El Buen Pastor, Los Climas, Más Extraño que la Ficción, Hollywoodland, Michael Clayton, El Prestigio (El Truco Final), El Ultimátum de Bourne y El Violín

Del mismo modo, otras 10 pelis vistas en Festivales (algunas se estrenarán en el 2008, así que ojito) que merecen mucho la pena: Crossing the Dust, la ganadora en Granada; Green Tea de Zhang Yang; My Blueberry Nights - el último Wong Kar Wai, otra maravilla aunque no esté a la altura de sus obras maestras precedentes - ; La Banda Nos Visita, la gran ausente del Festival de Mérida: no me la quisieron dar; la impresionante 4 Meses, 3 Semanas y 2 Días, una de las pelis imprescindibles del año; Izgnanie, la última de Zygantsev, el de El Regreso: una película tan hermosa como dura de asimilar para el espectador medio; Al Otro Lado de Fatih Akin; la divertidísima y delirante Du Levande de Roy Andersson, la combativa It’s A Free World, el mejor Loach de lo que va de siglo que ganó en Sevilla y por último la acojonante Luz Silenciosa de Carlos Reygadas, una de las pelis más sorprendentes que he visto en mucho tiempo.

Y, por ponerse en plan completista, 10 pelis de este 2007 que no he visto aun y que a lo mejor podrían haber encontrado acomodo en la lista: Inland Empire, Juegos Secretos, Mi Hijo, Memorias de Queens, Tideland, Simpathy for Lady Vengeance, El Sueño de Cassandra, Adios Pequeña Adios, El Asesinato de Jesse James por el Cobarde Robert Ford y Once.

CINE ESPAÑOL

El cierre definitivo de los Multicines Mérida – un ejemplo más de algo que sigue ocurriendo con demasiada frecuencia a nivel nacional: la desaparición progresiva de las salas – ha influido en el hecho de que en este 2007 haya demasiadas obras nacionales que no he visto, por lo que mi selección de lo Mejor del Año puede estar más sujeta que nunca a cambios a lo largo de las próximas semanas en las que, como siempre procuro hacer antes de los Goya, tiendo a recuperar gran parte de la producción del año. El éxito absoluto de El Orfanato nos vuelve a colocar en esa conocida situación en la que una sola película española salva la cuota nacional del año, pero creo que en este 2007 se ha dado un fenómeno particularmente interesante: el cine español se ha polarizado entre grandes producciones y obras muy independientes y arriesgadas que quizás estén marcando una nueva tendencia inédita en los últimos años en nuestra cinematografía.

El caso es que solo puedo elegir entre los 18 filmes que he visto este 2007, una cifra ridícula si se compara con los 103 títulos estrenados según mis cuentas a lo largo del año. Así no hay quien se haga una idea del estado actual del cine español, vaya. En fin, ahí van mis cinco favoritas de este año:

1. BAJO LAS ESTRELLAS de Félix Viscarret. Una de las sorpresas más agradables del año: Alberto San Juan se marca una de las interpretaciones del año con esta historia en la que un bala perdida caradura e impresentable consigue redimirse en su inesperada vuelta al hogar gracias a un hermano (genial Julián Vilagrán) con el que es imposible no conmoverse, un antiguo amor que aun sigue tocando el corazoncito (que hermoso regreso el de Emma Suarez…) y una niña determinante (¡esa puerquita!) todo ello servido en un cóctel de rara poesía, infinita ternura y humor peculiar por un director que demuestra en este primer filme que tiene un mundo personal de lo más interesante.

2. GOODBYE AMERICA de Sergio Oksman. Elias Querejeta se fue a EE.UU. a producir este magnífico documental sobre la vida de Al Lewis, más conocido por ser el actor que dio vida al abuelito de la exitosa serie televisiva La Familia Munster que todos hemos visto de pequeños, que mientras se maquillaba para una última aparición se desnudaba delante de la cámara de Oksman haciendo un exhaustivo repaso a la historia de su país de los últimos 50 años desde su ideología extremadamente izquierdista, sus terribles experiencias con los oscuros años del macarthysmo, su inagotable militancia política que le llevó a presentarse a altos cargos por el Partido Verde en varias ocasiones y, en sus últimos años, su combate desde las ondas de radio contra la Administración Bush, lamentándose de que su país haya sido incapaz de aprender de viejos errores. Todo servido con una lucidez e inteligencia desarmante. Para mi este documental/rareza es una de las joyas escondidas de la cosecha española del 2007.

3. MATAHARIS de Iciar Bollain. Tres historias de otras tantas mujeres detectives atrapadas por sus complejas situaciones personales, por su ceguera a la hora de darse cuenta en lo que no funciona en su vida de forma inversamente proporcional a la lucidez con la que afrontan sus casos o por la imposibilidad de conciliar tan delicado trabajo con el propio ideario personal o moral en según qué casos. Iciar Bollain vuelve a revelarse como una magnífica observadora de la realidad en este análisis nada encubierto de las dificultades y las trampas diarias a las que ha de hacer frente la mujer de hoy en día en una película que compensa alguna que otra debilidad de guión con unas interpretaciones impecables a cargo de Najwa Nimri (¿quizás el mejor papel de su carrera?) Nuria González y María Vázquez, muy bien secundadas por el resto del reparto (¡si hasta Tristán Ulloa está estupendo, poniendo al servicio de su atribulado personaje lo que mejor sabe hacer delante de una cámara!)

4. EL ORFANATO de J.A. Bayona. Una de las películas más inteligentes del año: su incuestionable brillantez radica en una esplendida apropiación de los rasgos más típicos de las historia de fantasmas más tópicos para ponerlos al servicio de una película que abandona con rapidez su condición de película de terror psicológico para convertirse en un contundente melodrama en el que la determinación de una madre (Belen Rueda consigue una de las mejores interpretaciones del año: está esplendida) por recuperar a su hijo de las mismas garras de la muerte está narrado con tanta inteligencia como sentido de la puesta en escena. Se le pueden reprochar debilidades de guión (y que no se ahorrara la escena epílogo cuando podía haber finalizado con el plano antológico de esa madre/Wendy asumiendo su destino), pero no cabe duda que El Orfanato es una estupenda película que consigue plenamente sus objetivos y que demuestra el buen momento del cine de género en nuestro país.

5. [REC] de Jaime Balagueró y Paco Plaza. Para el que escribe estas líneas, la mejor película española del año: ya tiene mérito conseguir que millones de espectadores se caguen de miedo en las salas con una película que no deja de ser una historia de zombies/infectados de las de toda la vida pero con la peculiaridad de ser una versión gore de cualquier programa tipo Madrid Directo de los que invaden a diario las tardes televisivas de multitud de cadenas. El concepto es simple pero su puesta en imágenes ni mucho menos: cámara subjetiva constante (aquí se va mucho más lejos que en la habitualmente referida El Proyecto de la Bruja de Blair y los resultados son infinitamente superiores) y un elaboradísimo trabajo de puesta en escena que consigue plenamente la sensación de que el terror puede invadir lo cotidiano con una facilidad desarmante. Magnífica película de género que demuestra que se puede innovar simplemente mirando a nuestro alrededor y sacando la parte más oscura de lo que vemos a diario en nuestras televisiones.

Se quedan cerca de la selección SIETE MESAS DE BILLAR FRANCÉS, MUJERES EN EL PARQUE y UNO POR CIENTO, ESQUIZOFRENIA. Pendientes de ver: LA SOLEDAD, PUDOR, LADRONES, YO, LA INFLUENCIA, LA TORRE DE SUSO o 14 KM, entre otras.

Pues eso ha sido todo, que no es poco: FELIZ 2008 para todos y que sigamos disfrutando de mucho buen cine juntos el año que viene. Espero ser más constante y cumplir mejor con los que me leéis de cuando en cuando. Ah! También prometo ser algo más conciso en mis comentarios, que parece que nunca aprendo...

lunes, diciembre 17, 2007

Crónica Final Mérida: Gracias

El sábado 15 echó el telón el II Festival de Cine Inédito de Mérida con la gala de Clausura Sentir el Cine donde además de disfrutar de un trabajo excepcional por parte de un puñado de esplendidos profesionales que no cobraron un euro por un trabajo maravilloso con el que deleitaron a todo el que acudió a un Centro Cultural Alcazaba engalanado con la alfombra roja y todo el glamour requerido para la ocasión, nos emocionamos entregando nuestros premios Miradas y recibiendo el cariño y las felicitaciones del público asistente

Levanto acta de los premios de este año:

Premio del Publico:

1º Irina Palm 8,90 sobre 10

2º Aritmética Emocional 8,52

3º Caramel 7,97

4º Cuatro Meses, Tres Semanas y Dos Días 7,75

5º Lejos de Ella 7,47

6º XXY 7,30

7º Lo Mejor de Mí 7,20

La valoración media de las películas en el premio del público ha sido altísima: 7.87 sobre 10.


Premio del Jurado Joven:

Irina Palm, por su dramatismo llevado a la comedia, por su gran elegancia y por la capacidad transmisora de la actriz protagonista

Mención especial del Jurado Joven:

Caramel, por su argumento poco habitual en el mundo oriental y por su capacidad al contar historias paralelas

Sumando todas las secciones, el público total asistente al Festival ronda las 3700 personas a lo largo de los siete días. Que se dice pronto.

Podéis acudir al siguiente enlace para ver las fotos del Festival. Alli podréis encontrar 150 fotos con todo tipo de actividades relacionadas con el Festival, incluyendo documentación gráfica sobre la presencia en Mérida de la directora de Lo Mejor de mi Roser Aguilar y su actor protagonista Juan Sanz, fotos del Jurado Joven y abundante material sobre la Gala de Clausura Sentir el Cine. y la fiestecita posterior en el Dadá, un local de copas de la ciudad

http://picasaweb.google.es/datoter/2FestivalDeCineInDitoDeMRida

Bueno, ha sido una semana fabulosa en la que a pesar de los habituales problemas logísticos que causa todo certamen de estas características y la soberana paliza que algunos nos hemos dado hay que estar contentos por la acogida que hemos tenido y orgullosos por el trabajo realizado, sin perder de vista la siempre necesaria autocrítica que nos permita seguir creciendo en todos los sentidos. El listón se ha puesto muy alto en esta edición (personalmente no se como voy a igualar o superar esa pedazo de valoración media de 7.87 el año que viene, pero me encanta el reto) y habrá que estar a la altura...

Hay una serie de personas a las que quiero dar las gracias desde lo más profundo de mi corazón por haber ayudado a construir una semana maravillosa en la que el trabajo realizado en los últimos meses se ha visto recompensado con creces

Gracias a Ángel Briz por su infinita paciencia para resolver los miles de problemas diarios, por haber sido capaz de recaudar el dinero necesario para poner en marcha el festival y por aguantar mis ocasionales cabreos o mis caprichos con la programación respetando siempre mi opinión en ese terreno incluso cuando se nos iban los plazos o alguna decisión podía no parecer la más acertada. Un día de hace más de dos años me dijiste que si me implicaba en el proyecto del cine club estabas dispuesto a llegar donde fuera necesario para que todo lo que emprendiéramos saliera bien. Hoy te digo que me siento enormemente orgulloso de trabajar a tu lado y que formamos un equipo capaz de conseguir lo que nos propongamos, incluso cuando a veces puede que nos cueste más de lo debido delegar en otros.

Gracias a Mateo por su excelente disposición a encargarse de todo lo que había que hacer en el día a día manteniendo en todo momento el sentido del humor y por los ratos compartidos en esos tiempos muertos mientras tenía lugar el primer pase de la película... o pelándonos de frío en la Plaza España con aquella idea que parecía tan buena y que luego no lo fue tanto. Durante muchos días hemos salido juntos los últimos del Alcazaba y siempre había tiempo para echar una última cerveza comentando la película que acabábamos de ver

Gracias a Sule por soportar con estoicismo un día tras otro la pesadita tarea de romper las entradas y hacer agujeritos en los bonos (¡y memorizar su número!) del público que entraba en la sala mientras yo me dedicaba a intercambiar opiniones con los espectadores, una de las cosas que más he disfrutado de este Festival. Gracias también por todo lo de los niños: sé que no hace falta porque tú lo disfrutas igual o más que yo, pero es un gustazo verte con ellos

Gracias a Dani primero por su disponibilidad, segundo por haber afrontado lo que luego sería uno de los trabajos más delicados del Festival, coordinar todo lo referente a los bonos y a las entradas, pasando mucho más tiempo que cualquiera de nosotros en la improvisada taquilla, atendiendo a la marea de gente y encima, teniendo que aguantar cada mañana mi inevitable llamada “¿Cuántas entradas vendimos ayer?”. Pero sobre todo le agradezco su trabajo de reportero gráfico documentando el festival, una tarea imprescindible que alguien tenía que asumir: tus fotos son la memoria de este festival y, macho, algunas son francamente esplendidas.

Gracias a Sofía y a Xavi por todo el trabajo con el Jurado Joven, por apoyar esa idea con la que me encabezoné desde un primer momento y que luego ha salido tan maravillosamente bien. Creo que con ellos hemos logrado algo verdaderamente importante. También os agradezco haber propiciado el encuentro de los chavales con el equipo de Lo Mejor de Mi, que salió estupendo y por estar a disposición de lo que se necesitara. Si no habéis hecho más, es por culpa mía, que me cuesta demasiado delegar tareas y pedir favores. Pero siempre habéis estado allí. (¡¡Y aunque he colgado la foto de Los Olvidados como penitencia, los protagonistas de los cuatro últimos párrafos ya sabeis que de eso nada de nada!!)

Gracias a Fernando por ofrecerse a colaborar en lo que se pudiera y por hacer de chófer acompañandome el día que recogimos a Roser, aun cuando eso podía significar que te perdieras XXY, cosa que al final no sucedió. Gracias también por tus reflexiones sobre literatura, cine y, sobre todo, por aportar para algunos aspectos de futuras ediciones tu experiencia desde “el otro lado”, como te gusta denominarlo. Lo tendré muy en cuenta.

Gracias a Manolo y a José, nuestros proyeccionistas y hombres para todo del Festival. Simplemente sin vosotros no se hubiera podido sacar adelante el Festival. Supisteis además hacer frente a las crisis que surgieron (¡ese pase maldito de las 22:00 los dos primeros días!) y hacer que todo fuera como la seda en lo que a la proyección de las pelis se refiere.

Gracias a Salomé, Lali, Pepe y el resto del personal del Centro Cultural Alcazaba por habernos ayudado en momentos puntuales. Ocupamos vuestra casa durante una semana como elefantes en cacharrería y merecéis reconocimiento por haber aportado vuestro granito de arena para que esto saliera como ha salido.

Gracias a Roser Aguilar y a Juan Sanz. Sé que estáis tan contentos de haber venido como yo de haber disfrutado de vuestra compañía durante toda vuestra estancia. Podéis estar más que orgullosos de la peli que habéis hecho, aunque el público de Mérida no valorara Lo Mejor de Mi como yo pensaba que iba a hacerlo, pero eso no es lo importante, sino la experiencia vivida que creo que ha sido de lo más satisfactoria. Ya sabéis que en Mérida siempre tendréis vuestra casa ¡No olvidéis darle envidia a la Leoparda cuando tengáis ocasión! Ah! Y un beso para Nadia, que conocerte también ha sido un regalo inesperado.

Gracias a Apari por la cabecera del Festival (¡tengo que conseguir una copia, macho!) que nos sirvió de seña de identidad y a la vez cumplió eso tan imprescindible de hacer feliz a los patrocinadores y colaboradores del Festival, que no pueden tener queja.

Gracias a Blanco por haber coordinado todo lo de los cortos y entender que el único pase de este año, aun siendo menos de lo que merecíais, era la única forma de hacerlo para que estuvierais. Bien sabes que nuestro objetivo en ediciones venideras es dar más cancha a los cortometrajistas y si son extremeños mejor que mejor. Suerte en la ESCAC con tu master: estoy seguro que te va a ir muy bien.

Gracias a todo el Jurado Joven. Ya os lo he dicho muchas veces pero no me importa repetirlo una vez más: las dos horas que tuve el privilegio de coordinar vuestras deliberaciones fueron de los mejores ratos que pasé en el Festival. Sois un sueño alocado hecho realidad y me alegro que me hayáis dado la razón: a los jóvenes lo único que hay que hacer es darle la responsabilidad, los medios y el espacio para que se manifiesten como mejor les parezca. Punto. Habéis probado con vuestro trabajo en el Festival que devolvéis esa confianza con creces. Lo demás son gilipolleces y prejuicios. Estoy a vuestra disposición para lo que necesitéis en el futuro.

Gracias a Paco Vadillo y a través de él a todas y cada una de las personas que participaron de una u otra forma en la Gala Sentir el Cine: nos regalasteis el broche de oro del Festival con una Gala divertida, emocionante, con ritmo, profesional a más no poder hecha desde la ilusión y el cariño y sin cobrar un euro por un trabajo magnífico: nunca olvidaré lo que me hicisteis sentir esa noche y, como ya os dije, vamos a hacer todo lo posible para que el año que viene repitáis el encargo pero esta vez de una manera digna, cobrando lo que sin duda merecéis. A Paco y a toda la COPE además agradecerle todo lo que nos habéis dado: sois de lejos el medio de comunicación que más y mejor nos ha apoyado, como por otra parte viene siendo habitual. Eres un monstruo, tío y me siento muy orgulloso de que seas una parte tan importante de esto.

Gracias, en fin, a todos los que habéis venido a ver alguna película al Festival y muy especialmente a los que repetíais día tras día y que ahora estaréis sufriendo una especie de síndrome de abstinencia de buen cine. Por vosotros se ha hecho todo esto. Gracias especiales a mis TFOA por haber querido compartir esto conmigo aun teniendo que desplazaros desde fuera de Mérida, sois maravillosos y os quiero.

lunes, diciembre 10, 2007

II Festival Mérida, Crónica 1: Viento en Popa

No quiero pecar de triunfalismo, pero lo cierto es que el Festival ha arrancado con muy buen pie. 232 personas el sábado y unas 180 el domingo – más los 40 de la sección de cortos y otros tantos en el pase del Tren de la Memoria, la primera película de la Sección paralela – así lo atestiguan. No está nada mal, para ser Mérida y haber empezado en medio de un puente de cinco días – hoy lunes, día de la Mártir Santa Eulalia, nuestra patrona, también es festivo local – algo que aun no tengo claro si fue un acto de valentía por nuestra parte o pura inconsciencia.

Lo mejor, con diferencia, son los rostros felices y agradecidos de la gente. Da igual que las películas sean en V.O. subtitulada, algo sobre lo que guardamos un prudente silencio por el miedo, al parecer infundado, a la reacción del personal aunque alguna deserción que otra ha habido por este motivo especialmente entre la gente de más edad, da igual que los dos pases de las 22:00 se hayan retrasado media hora por problemas técnicos de diversa índole en la cabina de proyección – el sufrido público ha sido más que paciente y se lo ha tomado con excelente humor -, da igual el frío que algunos pasaron el sábado por un despiste con la calefacción, cuyo temporizador saltó antes de tiempo… El resultado es siempre el mismo: aplausos al final de las proyecciones, la gente agradeciéndonos esta ventana que hemos abierto al cine y, según los votos del Premio del Público, valorando muy positivamente tanto Aritmética Emocional como Irina Palm, los dos filmes de la Sección Oficial proyectados hasta el momento. Pero vayamos por orden:

LOS CORTOS. El Festival se puso en marcha con una selección de tres cortos de jóvenes realizadores extremeños. Rubén González presentó DETALLES, un filme con posibles tintes autobiográficos que refleja las vivencias de un joven empeñado en ser director de cine con serios problemas para conciliar su vida personal con sus deseos. Incluso su actividad diaria con lo que le dicta su voz interior, un recurso que recuerda un poco al usado por Julio Medem en Tierra, su filme más personal. DETALLES es un corto ambicioso y arriesgado, con una factura visual más que aceptable y que en mi opinión se pasa de pretencioso en algún que otro momento, un defecto disculpable en cualquier opera prima con voluntad de encontrar una voz propia y personal. Destacar una esplendida aparición en un papel secundario del gran Esteban Ballesteros, ese estupendo actor que tenemos en Mérida que aun no ha sido descubierto para el gran público. UNA HISTORIA DE AMOR, de Rubén Prieto, cuenta de forma sencilla la ruptura de una pareja de novios y la evolución de uno y otro por separado con el paso de los años. El guión tiene un twist final curioso que explica los puntos oscuros de la trama y sorprende, una vez más, la buena factura visual del filme máxime si tenemos en cuenta los escasos recursos con los que se ha llevado a cabo. Por último J.F. Blanco y P. Molero presentaron DREAMS ARE THE MATTER WE ARE MADE OF, una reflexión sobre el tiempo, el movimiento y la forma de percibir el mundo en clave casi experimental usando polaroids y una cámara acelerada. El resultado es interesante y visualmente curioso, aunque lo cierto es que proyectar por exigencias técnicas este experimento audiovisual tras las dos historias más convencionales dejó al público algo descolocado y sin saber como reaccionar al final. En cualquier caso un esplendido arranque en un campo que debemos potenciar de cara a la edición del año que viene: es una lástima que estos cortos solo se vean en un pase y en un horario tan poco propicio.

ARITMETICA EMOCIONAL. Este drama protagonizado por una esplendida Susan Sarandon y cuatro actores a la altura de las exigencias de un guión casi teatral sobre cuyos hombros recae la responsabilidad de un filme que diserta sobre la conveniencia o no de enterrar la memoria aun de hechos tan duros como los del Holocausto para poder seguir con las propias vidas de cada uno tuvo una aceptación por encima de lo esperado entre el público.

Esta es una historia de reencuentros, recuerdos y cicatrización de viejas heridas a través de las miradas de cinco personajes muy bien construidos cuyos fuertes lazos se remontan a una experiencia traumática que los unió para siempre o a la necesidad de superar dicha experiencia. El inevitable conflicto entre las dos tendencias así como las exigencias contrapuestas y difícilmente conciliables de la razón y el corazón marcan la estructura de un filme poderoso provocando emociones y enclavado en un hermoso paraje natural bellamente retratado por Luc Montpellier, capaz de atrapar la belleza de la naturaleza y contraponerla a la oscuridad del interior de los protagonistas del filme.

Película quizás algo lastrada por el dramatismo de los temas que trata – todo en ella son reflexiones sobre el dolor y el sufrimiento, sin apenas espacio para el amor y el humor, salvo algunos breves apuntes a cargo del personaje de Plummer que pueden resultan hasta inapropiados en medio del grave tono general del filme – Aritmética Emocional es uno de esos filmes cuya fuerza reside en dejar a Susan Sarandon bordar su papel y verla dialogar con el gran Max Von Sydow o Gabriel Byrne bajo la atenta mirada de Christopher Plummer o ese hijo desubicado y dolorido al que da vida Roy Dupuis. Como decía en su crónica de San Sebastián Oti Rodríguez Marchante, eso también es cine. Y de mucha calidad.

EL TREN DE LA MEMORIA. A veces es un ejercicio de lo más sano mirarse en según qué espejos. Y más en esta tierra de conquistadores (no nos quedan más cojones, decía Robe de Extremoduro) que muchos tuvieron que dejar hace no tanto tiempo para buscarse la vida en tiempos de hambre y supervivencia en países como Alemania. Sobre todo es un ejercicio útil para recordar de dónde venimos, lo que tuvieron que hacer algunos de nuestros abuelos o incluso padres y por supuesto, comparar los comportamientos que sus anfitriones alemanes tuvieron con ellos con los que nosotros hoy en día tenemos con los que vienen jugándose la vida desde los países africanos, huyendo del hambre y la miseria en busca de una oportunidad para mejorar su existencia y la de sus familias. Esa era la razón de que quisiera que este esplendido documental de Marta Arribas y Ana Pérez estuviera en la Sección Inmigración y Tolerancia del Festival.

Una reconstrucción modélica, emocionante, dolorosa y a ratos hasta divertida de una parte de nuestra historia que jamás deberíamos olvidar y de la que todos tenemos algo que aprender, especialmente para no repetir determinados comportamientos que conducen a la xenofobia y el miedo a la diferente. Parece una lección sabida, pero no hay que confiarse: somos un país con muy poca experiencia en recibir emigrantes y aun tenemos mucho que aprender.

El Tren de la Memoria provoca todo tipo de emociones al espectador: es inteligente contraponiendo los testimonios de los protagonistas con la versión sesgada de la historia que ofreció en su momento el NO-DO, conmociona con la reconstrucción de las muchas penurias que tuvieron que pasar esos héroes anónimos, hace vibrar con la toma de conciencia política de muchos de ellos, y, en fin, resulta hasta tierna en el anecdotario de las vivencias de aquellos españolitos partidos para siempre en dos pero conscientes de lo que tenían que hacer para salir adelante.

IRINA PALM Esta película siempre ha sido mi apuesta personal por tener en el Festival un filme que rompiera con el tono serio, dramático y hasta trágico de la mayor parte de las películas que componen la Sección Oficial. Y a juzgar por la reacción más que entusiasta del público, que rió a gusto en los momentos adecuados con una historia sumamente original y muy bien contada e interpretada y que aplaudió a rabiar en cuanto aparecieron los títulos de crédito finales de los dos pases, creo que eso se ha conseguido. Y es que Irina Palm, aun siendo una propuesta un tanto convencional más allá de su delirante punto de partida – una abuela metida casi por azar a trabajadora del sexo masturbando a clientes a través de una pared – es una película tan deliciosa que uno no puede sino dejarse llevar por la habilidad de Sam Garbarski para extraer de tan delicado material una amplia variedad de emociones a través de una plena complicidad con el espectador que se consigue gracias principalmente a unas magistrales interpretaciones de Marianne Faithfull y Miki Manojlovic (¡que bueno es este Miki, que manera de expresar emociones desde ese impostado hieratismo que poco a poco es vencido por la dulzura y la humanidad de Maggie!) que bordan una relación que con otros actores posiblemente resultaría difícil de creer o aceptar.

En este segundo visionado del filme – ya hablé de él a su paso por el Festival de Sevilla – me fijé especialmente en la forma en la que el director cuida los pequeños detalles para mostrar la evolución de sus personajes (los cambios de monedero de Maggie, su intervención en el coche de los jóvenes que folletean enfrente de su casa) y en esa extraña BSO de Ghinzu a base de rasgueos de guitarra eléctrica que recuerda poderosamente a la que compuso Neil Young para el Dead Man de Tim Burton, con efectos de lo más desconcertantes. Entiendo su uso para enfatizar el carácter repetitivo y hasta mecánico de diversos aspectos de la monótona vida de Maggie, ya sea en sus trayectos desde su casita en las afueras al Sexy World del Soho londinense o la monotonía de su trabajo una vez le coge el tranquillo a su nueva habilidad, pero sigue siendo desconcertante. A lo mejor eso se pretendía: habría que preguntárselo al interesado.

Lo que sigue funcionando de maravilla en esta tragicomedia políticamente muy incorrecta es su perverso y afilado sentido del humor y la ironía: Hay que ver cómo están retratadas esas señoras de clase media que rodean a Maggie y cómo reaccionan ante el descubrimiento de su nueva ocupación en la que sin duda es una de las escenas más hilarantes y brillantes del filme, aquella en la que por fin Maggie asume sin ningún tipo de dudas su papel y se reafirma ante la mirada entre desconcertada y envidiosa de sus estiradas compañeras. Es una maravilla de película y no me extrañaría que, si Caramel y Lo Mejor de Mí lo permiten, fuera el premio del Público de este año.

Hoy lunes tenemos una de cal y otra de arena: en la sección paralela pasamos la deliciosa OFFSIDE de Jafar Panahi, comedia un tanto amarga sobre la imposibilidad de las mujeres iraníes de acceder a los campos de fútbol a disfrutar de su selección. Es una película ideal para pillar después desprevenidos a los espectadores con la tremebunda CUATRO MESES, TRES SEMANAS Y DOS DÍAS, un mazazo directo que va a dejar anonadados a los que sean capaz de meterse hasta el fondo en la durísima propuesta de Cristian Mungiu, una auténtica película de terror disfrazada de hechos cotidianos que a buen seguro provocará las primeras disensiones importantes en el Festival, algo que no es bueno ni malo en si mismo, pero sí necesario para alentar el debate. No tengo ni idea sobre la posible reacción del personal, pero confío en la capacidad de esta joyita rumana para conquistar al público cinéfilo más exigente. Lo único que tengo claro es cómo voy a enfocar la presentación de hoy, que ha de ser más breve y contundente que de costumbre. Mentiría si dijera que no estoy disfrutando presentando todos los pases de las películas del Festival, me encanta observar al público desde el escenario y sentir su expectación. Es una sensación difícil de explicar, pero muy gratificante: sientes su agradecimiento desde la cabeza a los pies. Solo espero no matarme algún día por las escaleras al volver a mi asiento después que apago las luces de la sala…