jueves, julio 26, 2007

Resucitando

Hmmm… Me estoy desperezando. Ya está bien. Llevo un 2007 extraño a más no poder y éste es un vano intento de explicar la pregunta inevitable, algo que yo mismo tampoco acierto a entender

¿Por qué he dejado de escribir?

Desde luego no es por falta de películas. No. Ya van 55 pelis vistas en lo que va de año, a las que habría que sumar la docenita larga que me zampé en el I Festival de Cine Inédito de Granada, al que no he dedicado un mísero post, cuando ha sido sin duda una de las experiencias más refrescantes de este 2007. En el colmo de la desidia podéis leer comentarios míos… en este otro blog que llevaba el enviado de El País, Jordi Minguell.

También he salpicado comentarios aquí y allá, en el Blog de Oti Rodríguez Marchante, o en el de Borja Hermoso en El Mundo. Pero no aquí. No se muy bien por qué, pero este 2007 se ha convertido sin pretenderlo en un año sabático en el que no he dejado de ver cine pero he abandonado la que hasta hace bien poco era mi pasión favorita: escribir sobre cine.

La puntilla fue un triste día de junio en la que algún desalmado de ya.com decidió cargarse Cinemerida, la web que ya no actualizaba semanalmente como antes. A pesar de mis preguntas y ruegos, no he recibido una respuesta satisfactoria del equipo de ya.com y Cinemerida duerme el sueño de los justos hasta que me decida a reactivarla. Eso si que hizo daño. Ni eso consiguió despertarme de mi letargo

¿Razones? ¿Excusas? Claro, las tengo a puñados. Os desgrano mis favoritas:

1) En mi curro como administrativo me paso ocho horas delante del ordenador. Lo último que me apetece cuando a llego a casa es ponerme de nuevo delante del teclado a escribir.

Cierto. De hecho, hoy escribo estas líneas porque he pasado el día en casa, recuperándome de una inoportuna dolencia estomacal que me ha dejado KO y que me ha impedido ir al tajo. Pero ¿y los fines de semana? ¿Y esos largos puentes en los que me las prometía muy felices soñando con actualizar el blog y luego era incapaz de juntar tres palabras seguidas? Hmm, no suena muy convincente, no

2) Ahora tengo mucho menos tiempo libre que antes. He caído en la paradoja de que debo elegir entre ver cine o leer/escribir sobre él

Cierto también. Pero en el fondo nunca ha sido esa la elección. Es verdad que es más fácil dejarse caer en el sofá y ver lo que sea que estén echando en el Digital en ese instante o quitar una de mi interminable lista de películas pendientes de ver que ponerse a escribir, pero la necesidad sigue ahí, agazapada, esperando su momento y trabajándome la culpa. Podría haber buscado tiempo para ambas cosas, como hago habitualmente con multitud de cosas que me interesan. No cuela

3) Me queda una puta asignatura para terminar la carrera de Derecho. Y de este año no pasa: Derecho Administrativo II dejará de convertirse en mi pesadilla y le daré carpetazo a esa etapa de mi vida. He dedicado ese tiempo a estudiar.

Ja, ja. Si, claro. Por eso me follaron alegremente en junio, en el examen más penoso que recuerdo haber hecho en años. Porque había estudiado mucho. Amos anda, corramos un tupido velo… y sin embargo aviso: agosto está reservado al completo para esta empresa, así que…

4) He dejado que me aplastara el peso de lo mucho visto este año. Tengo tanto de lo que escribir y hablar que estoy como los ciervos delante de los faros de un coche, deslumbrado y sin saber por dónde empezar.

Por estúpido que pueda sonar, esta excusa se acerca mucho a la realidad de lo que ha pasado. Más de una vez me he plantado delante del ordenador, con la lista de pelis vistas este año y las reseñas de los festivales del año pasado y me he dicho “Y ahora ¿por donde empiezo? Si hablo de la última peli que he visto después de tanto sin escribir quedará un poco cutre, sobre todo porque me pareció tan idiota que no me pete nada de nada escribir sobre ella. Hmmm… ¿y si hago un post sobre lo mejor del año hasta la fecha? A ver ¿con qué criterio lo articulo? ¿Cronológico o por importancia?...” En fin, que llegaba un momento que me levantaba del teclado sin haber resuelto nada y con una cara de gilipollas que para qué…

5) Estoy MUY oxidado. Me da miedo no estar a la altura de lo ya hecho.

Ah, la vanidad. La crisis del folio en blanco. Escribir es como montar en bicicleta, llevo demasiado tiempo sin hacerlo y claro, me va a costar mucho empezar de nuevo. La inspiración me falla: llevo pensando un buen rato como empezar tal o cual reseña y aun no se por dónde afrontarla. Con lo fácil que escribía yo hace nada, chico. Mira que bien te quedó aquella crítica de la compleja 2046, el sucinto análisis de Hierro 3, la mirada a tu interior de Eternal Sunshine of Spotless Mind o el doloroso exorcismo personal de Lost in Translation ¡Eso si que eran críticas!... ¿Hay excusa más patética que ésta de quedarse anclado en lo ya hecho y no ser capaz de seguir hacia delante?

Bueno, vale. Ya está bien. Se acabó. No se por donde voy a salir, pero voy a resucitar este blog. Igual empiezo por las últimas pelis que he visto en el cine o me da por hablar del II Festival de Cine Inédito de Mérida (¡Si, estamos en marcha!), suelto unas cuantas impresiones sobre el nº 3 de Cahiers de Cinema, cuelgo una foto del Woody rodando en Barcelona o afronto de una puñetera vez el dichoso ranking del 2007 y recupero cosas. Si habéis aguantado hasta aquí este rollo/exorcismo, gracias por vuestra paciencia. Espero devolveros algo pronto.

(Dicho lo cual, desapareció todo el mes de agosto para preparar el dichoso examen de Administrativo II que amenazaba con devorarlo todo…)

¡Oh, por Wilder, ya basta!

1 comentario:

jaimemarlow dijo...

Pues bienvenido de nuevo.
Me he sentido muy identificado con este post, a mí me pasa lo mismo y lo soluciono...escribiendo lo primero que se me pasa por la cabeza. Eso tiene la virtud de no "desconectarte" por completo, por lo que luego la pereza para seguir posteando es menor, pero...solo escribo tonterías.
Saludos, y espero leerte.