lunes, abril 05, 2010

EL ESCRITOR La Soledad del Escritor de Fondo

Sería interesante averiguar de donde viene la expresión “negro” que define a esas personas que escriben de forma anónima libros por encargo de otros que serán los que lo acaben firmando con su nombre. El equivalente en inglés de esa expresión tan políticamente incorrecta es “ghost writer” o sea, un escritor fantasma, título original y personaje alrededor del cual se urde la trama de la última película de Roman Polanski que en su versión española ha perdido tan sugerente calificativo para quedarse en ese aséptico El Escritor detrás del cual se esconde una de las películas más turbias y maliciosamente juguetonas de los últimos tiempos.

El negro en cuestión es un aplicado profesional, apolítico y discreto – nótese que ni siquiera llegaremos a conocer su nombre – al que le cae encima el regalito de pulir las memorias de Adam Lang, ex premier británico, entusiasta colaborador del amigo americano en la aventura de invadir Irak al que acusan públicamente ante el Tribunal de La Haya de haber colaborado en el secuestro ilegal y posterior entrega a la CIA de varios sospechosos de terrorismo que fueron después sometidos a torturas. Lang es un evidente trasunto de Tony Blair y el fino trabajo de Pierce Brosnan interpretándolo, huyendo de la caricatura y poniendo el acento en su incuestionable carisma, no deja mucho lugar para el equívoco.

Si a lo dicho sumamos que el antecesor del negro en el puesto murió en extrañas circunstancias y que todo lo que rodea tanto al manuscrito original como a la propia figura del político está envuelto en una red de sombríos intereses y ocultaciones de lo más malsana, estamos ante un terreno en el que Hitchcock sin duda se habría sentido a sus anchas. Más que nada porque en realidad lo que menos importancia tiene es el argumento, apenas un McGuffin de libro para desarrollar no ya un thriller político sino un drama acerca de la soledad y la traición disfrazado de tenso relato de suspense.


De hecho, no cabe duda que lo que más le interesa a Polanski es mostrar las relaciones entre los personajes que pueblan la historia y poner todo su talento al servicio de transmitirle al espectador esa atmósfera turbia, ese clima plagado de amenazas veladas y atrayentes enigmas de una ficción inquietante que tiene el atractivo añadido de hablar de intrigas e intereses que uno sabe reales: a nadie sorprenderá a estas alturas las revelaciones de la trama, algo que ya ocurría desde una óptica distinta en la reciente Green Zone: Distrito Protegido de Paul Greengrass.


La película es una impresionante exhibición del dominio que tiene Polanski de la puesta en escena y su capacidad para generar inquietud: solo hay que fijarse en su uso de tomas generales para integrar tanto el inhóspito paraje costero como esa peculiar casa donde se desarrolla la mayor parte de la trama cuyo diseño, por más ventanales y espacios abiertos que tenga, transmite una sensación de frialdad y aislamiento mayor que la de cualquier prisión, algo en lo que muchos verán un guiño a la propia situación personal del director, bajo arresto domiciliario en Suiza.

Polanski ha conseguido además reunir a un plantel extraordinario en el que todos cumplen a la perfección, desde ese atribulado y muy hitchcockiano escritor interpretado por Ewan Mc Gregor envuelto en una situación cada vez más angustiosa hasta ese político frustrado que añora los privilegios y el poder de su antiguo cargo que clava, insisto, un magnífico Pierce Brosnan, pasando por Kim Catrall – su asesora tiene el mezcla justa de seducción y eficiencia capaz de desatar algunos de los diálogos y situaciones más mordaces – y la verdadera estrella de la función, una Olivia Williams que consigue encajar a la perfección en su rol de primera dama el dolor y la soledad de una mujer abandonada junto a la mente preclara y ambiciosa que uno intuye necesaria detrás de cada gran político.

Es El Escritor una muy entretenida película que lleva en volandas al espectador en todo momento, atrapándolo con una lograda mezcla de poderío visual, malicia e inteligencia. Por cierto, presten atención al plano final del filme. Hace falta ser un genio como Polanski para acabar una película de forma semejante, con esa toma estática perfecta en su sencillez y en su capacidad de sugerencia.

Este artículo, levemente modificado, se publicó el lunes 04 de Abril en el periódico gratuito Voz Emérita

Días de cine: El escritor


7 comentarios:

Luna dijo...

A mi, la película "El escritor” me ha gustado. Estoy viendo por ahí, que hay muchas personas a las que no, y dan argumentos muy válidos. Supongo que las maneras del director tan personales no gustan a todo el mundo y lo que les saca de quicio, yo lo veo como una de esas particularidades que tiene Polanski y que a mi me gustan tanto. La película comienza de sopetón, ni títulos, ni créditos. No he podido dejar de acordarme de Shutter Island, al fin y al cabo comienza con un barco de frente, hay una isla, un faro, lluvia, un misterio y una catarata de papeles volando por el aire. (Hasta ahí. No creáis que hay más parecidos.) Tiene un ambiente claustrofóbico por momentos, el protagonista no es un héroe, se moja, tiene frío, va por ahí en bici, dormitando por los coches, se enfada, hace muecas, miente mal y lleva camisas arrugadas. Me cae bien. La intriga está bien llevada, nos dan migajas para ir siguiendo la historia, hay detalles muy del director, guiños simpáticos que te hacen sonreír, un par de sustos, varias persecuciones, casas, hoteles y mansiones con una decoración, al menos diría yo, curiosa, desde un salón repleto de cuadros de perros, a una recepcionista disfrazada, guardaespaldas que son más que protectores, ayudantes sexys y bordes, una banda sonora magnífica y unas interpretaciones correctas. Creo que en conjunto, mezclado y no agitado, merece la pena que le echéis un vistazo. ¡Ah! y he salido, totalmente perdida e irremediablemente enamorada de todos los cuadros que aparecen en la casa de la playa.... en fin, un collage.

David, un placer, como siempre, el poder leerte. (No te quejarás, me he portado bien.) Y como todo se pega, he pegado algún que otro comentario –mío, por supuesto- realizado por otros Lares en esos días en que todos estabais de vacaciones paseando por playas infinitas….

Alberto dijo...

Un placer informarse de las películas a las que uno se quiere acercar a través de este lugar del ciberespacio.

Por cierto, nos acaban de premiar tus vecinos del norte. Nunca quisimos tanto a Extremadura :) (http://votaciones.premiospop-eye.com/)

Un saludo.
Alberto

David Garrido Bazán dijo...

Luna, gracias por enriquecer la entrada con tus impresiones sobre El Escritor, que comparto en gran medida. Este debe ser el año de las películas incomprendidas: Shutter Island se llevó unos palos en mi opinión bastante inmerecidos y fuimos pocos los que la defendimos contra tanto ataque. Sin embargo, no he leido yo por ahi tantos ataques a Polanski sino más bien al contrario. Habrá a quien no le guste, pero es imposible no reconocer el enorme talento - incluso para lo malsano y lo turbio - que tiene Polanski. Y la BSO de Desplat, de la que se me olvidó hacer mención en mi comentario, es genial: muy Bernard Herrmann - no podía ser de otra forma en una peli tan Hitchcockiana - y de lo más sugerente. La próxima vez que la vea me fijaré más en los cuadros, reconozco que es un detalle que me pasó desapercibido... lo que es una excelente señal: estaría tan absorto en la historia que se me escaparon esos detalles...

Alberto, creo que teneis que empezar a pensar en cambiarle el nombre a vuestra emisora: eso ya no es una utopía, sino una realidad imparable. Que vuestro programa El Hombre que se Enamoró de la Luna haya quedado por delante en los votos de los oyentes de Siglo XXI, Discogrande o Flor de Pasión tiene un mérito incuestionable. Mira, al final voy a lamentar no tener por ahí guardada aquella intervención que hice en tiempos y no haberla colgado en su momento en este blog :-) De todas formas, ya sabes que puedes contar conmigo cuando quieras. Un abrazo y enhorabuena.

Gracias a los dos por vuestros comentarios, que le dan algo de vidilla al blog

marañon dijo...

Soy de los que me sentí defraudado con la última de Scorsese, lo que no ha mermado gran cosa el mucho aprecio que le tengo (acabo de ver en DVD su serie Il mio viaggio in Italia sobre el neorralismo, fascinante). Pero precisamente porque me encanta su cine, cuando no me llena me duele más.
Polanski es una momtaña rusa desde hace bastante tiempo, pero cualquiera mataría por reunir en su aparente declive un puñado de pelis como Frenético, Lunas de hiel, La muerte y la doncella o El pianista, aunque se pegue algún patinazo como La novena puerta o tire de oficio (pero cómo!) para su Oliver Twist.
Apuesto por El escritor. De hecho, será mi peli de la semana. En cuanto la vea seguimos posteando.

Luna dijo...

"El Hombre que se enamoró de la luna", ¡Y yo sin enterarme. Anda que ya me vale!....besines a los tres.

marañón dijo...

He visto la de Polanski:
Tiene varias trampas de guión,
pero lo bueno es que no importan.
Y esa es la prueba de fuego del genio.Coincido con David en lo del final. Qué talento!

Luna dijo...

David, los piratas te echamos de menos, ya sé, ya sé, que el tiempo no te da para más, pero, cuando puedas, échate un paseo por cubierta, de verdad que estamos muy solos y a la deriva….