lunes, junio 07, 2010

LEGION Entretenido Pastiche

Tenía que pasar. Tarde o temprano estaba claro que Dios se iba a cansar de lo que los seres humanos, especie fracasada donde las haya en este planeta, perpetramos con el libre albedrío que tuvo a bien concedernos. Lo malo de ser todopoderoso y tener todo el tiempo del mundo es que uno puede llegar a cansarse de sus propias criaturas y decidir que va siendo hora de empezar de cero: se puede hacer con un buen diluvio en el que se acabe ahogando todo cristo o, si se le quiere dar un toque personal pelín sangriento y poner a prueba a tus otras creaciones, puedes mandar a los ejércitos celestiales liderados por los Ángeles a que pasen a degüello a toda la Humanidad.

Claro que también corres el riesgo de que algún Árcángel te salga respondón, decida por su cuenta que al ser todopoderoso de turno se le ha ido la pinza y se autoproclame defensor de la última esperanza de la Humanidad que, como no, ha de ser un bebé nonato que encima se encuentra en un bar de carretera perdido en mitad del desierto, donde un puñado de extraños se verán obligados por las circunstancias a convertirse en la más improbable tabla de salvación que uno imaginarse pueda.

Hay películas de las que no puede decirse que sean un prodigio de originalidad, pero sí que saben muy bien como mezclar de forma saludablemente desprejuiciada los distintos elementos que toma de aquí y de allá para crear un producto carente de más pretensiones que las de entretener al espectador sin insultar demasiado su inteligencia ni atacarle los nervios. En el más puro estilo de la serie B de toda la vida, Legión es una película cuyo atrevimiento consiste precisamente en no dejarse llevar por el afán de trascendencia pese a que su argumento, una nueva variante más del Fin del Mundo que tanto gusta a Hollywood en los últimos años aunque esta vez con aderezo católico, no es para tomárselo a broma. Y la verdad es que con esa desfachatez por bandera que le hace mezclar en una batidora las más diversas referencias y géneros pues la verdad es que no sale mal parada. Todo lo contrario, es una propuesta de lo más simpática.

La verdad es que lo más divertido que uno puede hacer con Legión si no le satisface su propuesta o su desarrollo es jugar a las películas: un grupo de extraños aislados en un espacio cerrado obligados a defenderse de la amenaza exterior (Asalto a la Comisaría del Distrito 13, Rio Bravo o La Niebla) + un montón de humanos poseídos por entes que atacan en manada profiriendo alaridos (Zombi, Amanecer de los Muertos o cualquier otra peli de infectados) + un bebé destinado a redimir nuestra patética especie (Hijos de los Hombres) + un defensor con superpoderes que se rebela y enfrenta a los que lo crearon (Matrix), todo ello en un ambiente desértico, polvoriento y desolado que remite al western. Como ven, nada especialmente novedoso. Y sin embargo, créanme si les digo que la mezcla es mucho más resultona que gran parte del cine de acción reciente.


Ya sea por aquello del elemento religioso que da cierto juego – no deja de tener su coña por muy ateo que se sea, tener que adaptarse a la idea de que todo lo que cuenta la religión católica es verdad… justo cuando te cae encima un Apocalipsis – por la gracia con la que están resueltas algunas de las secuencias de la película – creo que la escena inicial de la adorable ancianita que pasa de ser todo amabilidad y sonrisas educadas a decir las mayores barbaridades y acabar convertida en un engendro demoníaco es de esas que acabarán en el recuento de lo mejor del año –


O por la insólita despreocupación de la que hace gala a la hora de mostrar la violencia – no es solo ver Ángeles de alas tan afiladas como blindadas ostiándose y disparando armas de gran calibre, sino la enorme inquietud que genera el puñetero niño rubio que aparece en el último tercio del filme – el caso es que Legión, con su previsible ristra de bajas de secundarios, sus hilarantes diálogos pretendidamente trascendentes, su correcta fotografía y funcional música y ese Paul Bettany que se mantiene firme como una roca en su papel, pues que quieren que les diga, a mi me acabó pareciendo un pastiche francamente entretenido. Sin más, pero también sin menos.


Este artículo se publicó el lunes 07 de Junio en el periodico gratuito Voz Emérita


Días de cine: Legión


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