Bienvenidos al mundo de la producción industrial de alimentos y de las granjas de alta tecnología. Al ritmo de las cintas transportadoras y las inmensas máquinas, la película nos muestra diferentes lugares de Europa en los que se producen alimentos. Lugares monumentalmente grandes, paisajes surrealistas y sonidos extraños. Un frío entorno industrial que deja poco espacio al individualismo. Las personas, los animales, las cosechas y las máquinas juegan un papel importante en la logística de este sistema que proporciona el sustento de vida de nuestra sociedad. Nuestro Pan de Cada Día es una mesa a gran escala de un festín que no siempre es fácil de digerir y del que todos formamos parte. Una experiencia cinematográfica pura y meticulosa que permite al público crearse sus propias ideas.
Nuestro Pan de Cada Día muestra algunos lugares de Europa en los que se producen alimentos: paisajes surrealistas plastificados y optimizados por tractores y maquinaria agrícola, habitaciones esterilizadas en fríos edificios industriales diseñados para asegurar la eficacia logística, maquinas que requieren materiales uniformes para procesos sin dificultades. Lo que parece pertenecer al mundo de la ciencia-ficción es realidad. Nuestra comida se produce en lugares espectaculares que raras veces pueden ser vistos. Aquí no hay sitio para los humanos. Son como fallos de este sistema. Insuficientes y vulnerables, aunque se adaptan lo mejor que pueden con trajes higiénicos, protectores para los oídos y cascos. Están en determinados lugares de la cadena de producción haciendo los trabajos para los que no se han inventado máquinas todavía. Cuando un trabajador se toma un descanso para comer algo, parece proporcionar un absurdo contraste a todo esto pero a la vez se hace una referencia al propósito actual de estas presuntamente utópicas fábricas.
Nuestro Pan de Cada Día es una invitación dirigida a nuestro sentido de la curiosidad, a nuestro deseo de llegar al fondo de las cosas, a nuestras ganas de mirar, escuchar y sorprendernos, de asociar y de pensar en nuestra civilización tal y como es. Sólo después de haber visto algo con nuestros propios ojos nos lo podemos creer. Este documental se estrenó en España en el marco del Mes de Cine Solidario de Madrid y ha obtenido entre otros galardones una nominación a Mejor Documental de la Academia del Cine Europeo, El Premio Especial del Jurado del Festival de Ámsterdam y el Gran Premio del Festival de Cine y Medio Ambiente de Paris.
Que nadie se llame a engaño: aunque sin duda es muy interesante, no tiene pinta de ser un documental de fácil digestión (si se me permite el juego de palabras) Quizás los más delicados deban abstenerse... estais avisados.
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