lunes, febrero 02, 2009

Goyeando, que es gerundio: Camino arrasa

Ya escribí en mi post de ayer que el 2008 no había sido precisamente un buen año para el cine español. Por desgracia los Goya de ayer, pese a que los resultados de los mismos fueron acordes con la lógica, vinieron a confirmar esa sensación como si de un espejo del mal año fuera gracias a una ceremonia aburridísima, sosa y por momentos de auténtica vergüenza ajena con algún que otro sketch impresentable. De acuerdo: cualquier entrega de premios en la que haya 25 categorías con sus correspondientes agradecimientos por parte de los ganadores es algo prácticamente inmanejable, máxime si se quiere hacer un producto televisivo viable con las correspondientes pausas publicitarias que financian el evento. Pero ¿de verdad es imposible parir una gala mínimamente entretenida y dinámica con los profesionales que tenemos en este país? Es un misterio para mi incomprensible: año tras año me planto delante del televisor con la esperanza de que alguno consiga romper la tradición y aunque siempre hay algún destello de brillantez – los de este año corrieron todos a cargo de esos genios que son los integrantes de Muchachada Nui – lo cierto es que siempre acabo con la misma sensación de frustración, aburrido y un puntito resignado.
Este año se apostó por un cambio de presentador tras dos años de la fórmula Corbacho: Carmen Machi, intentando sin conseguirlo desentenderse de su famosa Aida, hizo lo que pudo con un guión casi siempre poco inspirado que apenas consiguió arrancar la sonrisa del espectador, no digamos ya la complicidad. No solo no consiguió hacer olvidar a Corbacho – muchos disfrutamos su aparición sobre el escenario como un soplo de aire fresco – sino que nos hizo añorar a Rosa Mª Sardá. Para el año que viene servidor propone a Eva Hache, a ver si así nos reímos un rato. Si es que acepta el marrón, claro, que esa es otra. El otro pilar de la gala fue la velocidad: premios entregados de dos en dos – sin ningún criterio aparente – sin que los presentadores perdieran un segundo en chistecitos (que casi es de agradecer) y casi siempre interrumpidos por una música atronante que entraba a destiempo comiéndose sus palabras o sufriendo vergonzantes problemas de sonido. Es que ni eso conseguimos que salga bien.
Se consiguió que la ceremonia fuera más breve, si, pero se hizo interminable gracias al aburrimiento general que produjo. Y encima la sensación de atropellamiento continuo fue generalizada. Como quiera que el humor se reducía a las tropelías con cuentagotas de los de Muchachada Nui y que, de forma incomprensible, la música no existió en la gala (¿para que sirve un Goya a la Mejor Canción Original si no le puedes sacar partido en una ceremonia de estas características, sobre todo cuando la mayoría de ellas son desconocidas para el gran público?) a uno no le quedaba otra que esperar que algún agradecimiento inspirado, algún momento de emoción o algún imprevisto nos sacara del tedio. Pues no. Como quiera que Camino era muy superior a sus competidoras y no hubo saltos aparentes en el guión, ya que los ganadores fueron casi siempre los que más lo merecían – en eso los miembros de la Academia estuvieron impecables, como el año pasado – pues todo discurrió entre una insufrible indiferencia.En fin, vamos con la contracrónica de todos los años:

Lo más sutil: Lo soltó Carmen Machi en su presentación, aunque puede que a alguno le pasara desapercibido “Este año entre las nominadas a la Mejor película se nos han colado dos películas de gangsters: Solo quiero Caminar y Camino. Una trata sobre desaprensivos que quieren someter a los más débiles. La otra es sobre mafiosos mexicanos.”

Lo más elegante: Belén Rueda estaba esplendida en un Carolina Herrera blanco, aunque Pe tampoco le fue a la zaga en un Chanel abotonado por delante hasta medio muslo que le quedaba francamente bien.
Lo más brillante: Los cuatro videos de los de Muchachada Nui estuvieron en su línea, o sea, muy bien. Pero su aparición sobre el escenario para entregar un premio fue espectacular: tres vestidos de traje... y Joaquín Reyes de Mr. Fantastico, con mono ajustado azul y brazos kilométricos incluidos “Yo solo digo una cosa ¿no se suponía que íbamos a entregar este premio disfrazados de Los Cuatro Fantásticos?” Genial

Lo más agudo: Carmen Machi a Javier Fesser “Si no ganas, ya sabes que puedes seguir las enseñanzas de tu propia película y ofrecer tu sufrimiento a Dios”
Lo más acertado: Santiago Segura presentando el Goya de Honor a Jess Franco. Era el más adecuado para hacerlo (junto con Pedro Temboury, un aspirante a sucesor suyo, que también estaba por allí subido) y además el montaje que precedió a su entrega era un buen recopilatorio de su obra fílmica, psicotrónica, desprejuiciada y disparatada.

Lo más reivindicado: Que se haga algo contra la piratería o, en su defecto, que se legisle de forma que las operadoras de internet compartan parte de los beneficios que sacan. Tema delicadillo éste pero sobre el que es necesario abrir un debate serio a escala nacional. Lala Huete en su carta fue la más contundente, pero no la única: tb la Presidenta de la Academia lo recordó en su discurso.

Lo más escotado: Maria Botto se llevó la palma este año – pobre Malena Alterio, que mala pareja de baile le sacaron por comparación -, aunque también lució mucho escote una preciosa Dafne Fernández. Eso si: a escote de espaldas nadie ganó a una impresionante Mar Saura. Ufff

Lo más inspirado: Angeles Gonzalez Sinde en su discurso recordando que el cine español siempre ha estado en crisis con lo que para ellos la situación actual no supone ninguna novedad. Estuvo acertada recordando el argumento de Plácido, aunque seguro que a alguno le recorrió un escalofrío por la espalda al pensarlo...

Lo más forzado: El beso entre Santi Millán y José Coronado. Ni puñetera gracia, oiga.

Lo más “Déja Vu”: Cristian Mungiu recogiendo el Goya a la Mejor Película Europea por su impresionante 4 Meses, 3 Semanas y 2 Días. Con la cosecha de premios que lleva recogiendo desde hace dos años por todas partes debe estar deseando ya que sea el último...

Lo más chocante: el parecido del entusiasta padre de Santiago Zannou, director de El Truco del Manco, con el Samuel L. Jackson de dentro de unos añitos

Lo más sorprendente: En el Goya a los Mejores Efectos Especiales, la rotura del Goya propiamente dicho por la “torpeza”de Javier Gutierrez. Los premiados se lo tragaron tanto que se iban del escenario sin llevarse el Goya de verdad y con los trozos del otro, olvidando que para cargarse ese cabezón de bronce hace falta algo más que una caiditaLo más desafortunado: El Goya al Mejor Guión Adaptado para Los Girasoles Ciegos. De acuerdo, todos echamos de menos al maestro Azcona pero de ahí a premiarle con un Goya póstumo por uno de sus peores trabajos, con el destrozo que hicieron del hermoso libro de Alberto Mendez... La Academia se ha dejado llevar por el sentimentalismo.

Lo más evitable: Las dificultades de un divertido Langui para llegar ¡por dos veces! al escenario para recoger sus Goyas a la Mejor Canción original y al mejor Actor Revelación. Teniendo en cuenta lo probable que era que ganara ¿no había forma de hacérselo algo más fácil? ¡Escenarios adaptados para personas con discapacidad ya!

Lo más previsible: Las lágrimas de Nerea Camacho al recoger su merecido Goya a la Actriz revelación y la serenidad de una hermosa Carmen Elías viendo recompensado por fin una larga carrera y un magnífico trabajo en Camino
Lo más inesperado: Penélope Cruz acordándose al recoger su premio de su amiga Goya Toledo por su interpretación en Los Años Desnudos. La pobre Goya se quedó sin palabras.

Lo más espontáneo: Un Roque Baños genuinamente sorprendido al iniciar su discurso de agradecimiento por el Goya a la Mejor BSO “¡Milagro! ¡No me atranco!” Recordemos que el gran Roque tiene dificultades en el habla con las que lleva peleando desde hace años...

Lo más sobresaltado: A Maribel Verdú se le acercó subrepticiamente por detrás uno de los zombies de la por otro lado algo superflua parodia de [REC] y la pobre pegó un bote considerable en el asiento.

Lo más “porque yo lo valgo”: Una guapísima Clara Lago luciendo escote, minifalda y taconazo en un minivestido fucsia, atrayendo todas las miradas y recordando al personal que hace ya tiempo que dejó de ser la niña de El Viaje de Carol. Tremenda.

Lo más freak: El traje “fondo de piscina” con el que Corbacho saltó al escenario. Inenarrable, aunque ya estemos acostumbrados a sus excentricidades con el vestuario.

Lo más justo: Aparte de Camino, quizás algunas de las pedreas: Mejor Fotografía para el gran Paco Femenia por Solo Quiero Caminar, los Goyas al Mejor Montaje, Dirección de Producción y BSO a Los Crímenes de Oxford o el Goya al Mejor Sonido para la olvidada Tres Días. Ah, y que pelis tan horrendas como Sangre de Mayo, La Conjura del Escorial o El Patio de mi Cárcel se fueran de vacío. No deja de ser un síntoma del buen gusto de la Academia.

Lo más contundente: El arrase de la otra gran triunfadora de la noche, El Truco del Manco 3/3 incluyendo Mejor Dirección Novel - aunque yo hubiera preferido que lo hubiera ganado una de las grandes pelis del año, Los Cronocrimenes – Ojo a Santiago Zannou que ese tipo nos puede dar muchas alegrías en un futuro próximo: tiene talento, los pies en el suelo y una cabeza muy bien amuebladita.

Lo más atrevido: el traje de la nominada a Mejor Actriz Revelación por Retorno a Hansala Farah Hamed. Daba tanto juego como morbo.

Lo más Mejor: que ganaran Carmen Elias y Benicio Del Toro, Penélope Cruz y Jordi Dauder, Nerea Camacho y El Langui. Todos eran los mejores en sus respectivas categorías. Y que la gran triunfadora fuera Camino, simplemente porque es la película más imaginativa, arriesgada y valiente del año. Felicidades, Javier Fesser.
Lo más deseable: Que en la edición del año que viene no se confunda rapidez con atropellamiento y que la gala sea más dinámica y no tan insufriblemente aburrida. Y que lo presente Eva Hache, a ver si así conseguimos reírnos un rato. O que vuelva Wyoming.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Dónde están "El cant del ocels", "Tiro en la cabeza", "Uno de los dos no puede estar equivocado", "Nadar", "El somni"... o no son películas españolas?.

David Garrido Bazán dijo...

Entiendo y comparto tu reivindicación, pero tampoco hay que ser injustos: haces referencia a títulos muy minoritarios y, siendo objetivos, que la gran triunfadora del año pasado fuera La Soledad es un claro indicativo de que la Academia estaba empezando a ser más amplia de miras que otros años...igual ha sido flor de un día: habrá que esperar al año que viene

Por desgracia no he visto El Cant dels Ocells - por cierto, triunfadora en los premios del cine catalán estos de nuevo cuño... igual a Albert Serra le da un poco igual que le consideren o no "cine español" a estos efectos :-)- pero siendo muy fan de La Soledad y del cine de Rosales en general, lo siento pero no me parece que Tiro en la Cabeza, pese a ser una propuesta diferente, alcance el nivel de sus anteriores propuestas ni merezca mayor reconocimiento...

En cuanto a Nadar y El Somni, por cierto estrenadas en la misma fecha en España, el 7 de Diciembre, junto a El Infierno vasco, en una muestra de la habilidad de los distribuidores españoles para putearse a si mismos estrenando tres documentales tres el mismo fin de semana (luego nos quejamos de que no se ve cine documental en las pantallas... asi nos luce el pelo), pues tampoco he tenido ocasión de verlas pero en esa categoría la competencia es terrible, asi que no es de extrañar que se queden fuera títulos que quizás merecerían más suerte...

Pero vamos que no solo pasa con los títulos que citas: Los Cronocrimenes, Casual Day, 3 Días... como suele decirse no están todos los que son. La duda es si eran todos los que estaban ;-)

Gracias por tu comentario