jueves, diciembre 18, 2008

MÉRIDA 5 y 6: Yasmina, Oskar, Hoy y Dias de Cine

A estas alturas del Festival uno empieza ya a sentir los primeros efectos de la acumulación de horas pasadas en el centro Cultural Alcazaba y del estrés generado por los cientos de pequeños detalles del día a día que te pueden causar cualquier estropicio en el peor momento, cosas propias de la “logística del Festival” por así decirlo sobre las que tenemos que estar excepcionalmente atento. Lo curioso es que lo que genera más tensión no son los problemas en sí, sino el miedo a que se te pase algo por alto, que ocurra algo que escapa por completo a tu control o que uno tenga que ignorar sistemáticamente la lógica sensación de cansancio hasta que se derrumba dormido en la cama cada noche.

Asi pues, me perdonareis si dejo para otro día los comentarios de la jornada del martes, donde La Noche del Cine Extremeño resultó todo un éxito – a ello ayudó no poco tanto la buena disposición de los que colaboraron en el pase de los cortos como la presencia sobre el escenario de los cuatro integrantes del reparto de Un Novio para Yasmina, que creo que se fueron muy contentos con la excelente acogida que tuvo su película, despedida con grandes aplausos – y de la grata sorpresa que supuso Déjame Entrar, la única película de la programación que no había visto (gracias, Juan Zapater: a ti te debo esta maravillosa recomendación) y que resultó ser una película preciosa, lírica y por momentos hasta entrañable, algo ciertamente extraño si pensamos que estamos hablando de una de las mejores películas de terror y cine fantástico de este año, premiada en Sitges y en el festival de Cine Fantástico de San Sebastián. Pero es que Déjame Entrar es una historia muy peculiar.

La relación de Oskar, ese chaval perdido en el difícil trance de ser un inadaptado total a sus doce años, martirizado de forma continua por los cabroncetes matones de turno de su colegio, y Eli, esa niña pálida y extraña que resulta ser un vampiro con todas y cada una de las convenciones habituales (y sin embargo Dejame Entrar es una mirada absolutamente original y brillante sobre estas criaturas tan visitadas por el cine) está contada con una delicadeza, una inteligencia y una maestría que a mi particularmente me dejó estupefacto. Tanto que la disfruté dos veces seguidas y aunque estoy convencido que será una de las propuestas menos valoradas de la Sección Oficial por su ritmo cadencioso y por lo particular de su contenido, estoy muy contento de que haya formado parte de la programación. Eso sí, la presentación de anoche quedó un tanto surrealista: creo que la gente pensó que había jugado con sus expectativas a propósito (y algo de eso hay, para qué voy a negarlo) pero lo cierto es que avisé que se trataba de una propuesta inusual. Lo que no sabía que lo fuera tanto. Otro día os hablo más despacio de ella.

Además, hoy el post en Cinemerida se escribe solo, ya que me he encontrado con la agradable sorpresa de que en el periódico Hoy han publicado (a doble página nada menos) la entrevista que me hizo Mercedes Barrero, donde hablo de muchas cosas relacionadas con el trabajo de Director de Programación y con la situación actual del cine bajo una foto en la que aparezco junto al cartel de El Beso del Asesino, una de las películas de mi idolatrado Kubrick que ha servido para decorar el Centro Cultural Alcazaba como si de la entrada del viejo Cine Maria Luisa se tratara:


http://www.hoy.es/20081218/sociedad/jovenes-siguen-viviendo-cine-20081218.html


Pero lo más importante que quería transmitiros hoy jueves es que no os perdáis bajo ningún concepto una de las propuestas más originales que tenemos en la Sección Oficial: Il Divo de Paolo Sorrentino, una espectacular semblanza de Giulio Andreotti, una hipnótica mirada al poder y las complejas relaciones de este paradigma de la ambigüedad con el Vaticano y la Mafia, servido con un impresionante empaque visual y un maravilloso uso de la música digno del mejor Tarantino, colocando en el centro de la historia una tremenda interpretación de Tony Servillo que, como bien dice Oti Rodríguez Marchante, le emparenta con el mismísimo Nosferatu y que le ha valido, con todo merecimiento, el Premio de la Academia del Cine Europeo al Mejor Actor del año. Il Divo es una película brillante, siembra muchas mas dudas que certezas y deja una incómoda pregunta en el aire ¿podrá llevarse a cabo alguna vez en este país una propuesta semejante sobre un Felipe González o un Jose Mª Aznar? He subido a Youtube para que lo disfruteis y consiga convenceros el estupendo reportaje que Miguel Castro hizo el pasado jueves sobre la película para Dias de Cine... donde por cierto creo que esta noche vamos a aparecer, aunque solo sea un minuto dentro de Planeta Cine, así que estad atentos y preparad los videos: el programa empieza a las 00:50 de la madrugada pero lo que sea que salga sobre el III Festival de Mérida será un poco más tarde. Y mañana, cerramos a lo grande con 4000 Euros y sobre todo, con otra joyita: Still Walking

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