He aquí un repaso desenfadado de algunas de las cosas que me llamaron la atención en la pasada noche de los Oscars
Lo Más Callejeros: El look desastrado homeless de un Antonio Banderas irreconocible, clavadito al personaje de George Clooney de Syriana de hace unos años. Espero que la explicación fuera por trabajo porque si no es para preocuparse.
Lo Más AntiFashion (masculino): Las enormes pajaritas que lucían, entre otros, Almodóvar y Robert Downey Jr. Parecía que en cualquier momento iban a echar a volar arrastrando del cuello a sus portadores…
Lo Más AntiFashion (Femenino): El horrendo Chanel dorado que llevaba Sarah Jessica Parker, que le sentaba mismamente como un tiro. Carrie Bradshaw sería todo lo sofisticada que queráis pero la actriz que la encarna no alcanzó seméjate nivel en ocasión tan señalada. También hacía un poco de daño a la vista el traje naranja butano de una embarazadísima Paula Patton (Precious) y el festival de volantes y giros fucsia de una Vera Farmiga muy poco lucida, con lo guapa que es esa mujer.
Lo Más Los Años NO Pasan en Balde: Una casi irreconocible Molly Ringwald en el escenario en el homenaje a John Hughes. Daban ganas de gritar ¡Esa tia se ha comido a La Chica de Rosa!
Lo Más Los Años SI Pasan en Balde: Michelle Pfeiffer. Impresionó lo suyo su entrada en el escenario luciendo un espectacular Carolina Herrera rojo (¿guiño a Los Fabulosos Baker Boys?) para presentar a su amigo Jeff Bridges en uno de los discursos más bonitos y sentidos de la noche. Quien tuvo, retuvo.
Lo Más Elegante: varias candidatas, aunque la noche estuvo en general pelin sosa. A mi me encantaron Penélope Cruz (una vez más) con un Donna Karan granate de corte muy original; Sandra Bullock con un diseño precioso de Marchesa; las apuestas seguras de Kate Winslet por Yves St. Laurent y una Cameron Diaz por una vez espectacular con su Oscar de la Renta. Mención especial para Maggie Gyllenhaal con un vestido estampado de flores azul que chocaba con el aburrido tono general… y por eso mismo molaba.
Lo más repetido: Los insufribles tonos pastelones. La obsesión por los tonos pastel de una enorme mayoría de las actrices (¡especialmente las más jóvenes, nada arriesgadas!) ayudaron a que la impresión general fuera la de una noche ñoña, ñoña, ñoña…
Lo más chocante: Carey Mulligan de rubia platino con el pelo cortísimo y unos pendientes eternos. Costaba mucho, pero mucho, reconocer en ella a la tierna colegiala de An Education…
Lo más malintencionado: Se lo soltó Steve Martin en la presentación a Meryl Streep “Es la mujer que tiene el record de haber perdido más veces el Oscar”
Lo más malrollero: Las coñas de los presentadores a costa de George Clooney, who else? Aparte de no tener ninguna gracia le debieron poner de muy mal humor porque el hombre lució un careto de estreñido durante el resto de la gala que contrastaba mucho con su buen humor habitual. O a lo mejor es que no digirió bien el rosco a Up in The Air. Sea como fuere, daba mal rollo.
Lo más ingenioso: “A este lado de la sala están los Malditos Bastardos. Y a este otro lado los que han hecho la película”
Lo más inútil: La presencia de estrellas juveniles tipo Zac Efron, Taylor Lautner, Miles Cyrus, etc para intentar atraer público joven a la Gala. No funcionó. Pero al menos sirvió para que Steve Martin hiciera un buen chiste “Así estaréis vosotros en cinco años“ les soltó, refiriéndose a Alec Baldwin y a él mismo.
Lo más dinámico: proyectar un buen montaje de varias escenas protagonizadas por el nominado/a de cada premio de interpretación a modo de presentación en lugar de una sola, algo mucho más aburrido
Lo Más Extraña Pareja: No sé que me descolocó más, si Cameron Diaz junto a Steve “Jude Law” Carrell o la diferencia de altura entre Tarantino y el pobre Almodóvar, una especie de Papá Pitufo a su lado que (extraño en él) pareció algo cohibido ante el habitual despliegue histriónico del americano.
Lo Más Alargado: El Homenaje al desaparecido John Hughes. Creo que alguno de los otros que palmaron este año y que solo salieron un ratito en el In Memoriam podrían haberse sentido comparativamente agraviados. Todos al ritmo de los Simple Minds Don’t you/ forget about Hughes / don’t don’t don’t
Lo más aterrador: Comprobar que Macaulay Culkin cada vez se parece más a un clon joven de Tilda Swinton.
Lo más Pegote de la Noche: Un montaje con diversas escenas de películas de terror que, por disfrutable que fuera, nadie supo explicar muy bien a que demonios venía …
Lo más descacharrante: Ben Stiller impecablemente maquillado como un indígena de Pandora y chapurreando Na’Vi para descojono del personal, en especial de James Cameron. Con lo de la cola igual se le fue algo de la mano el gag pero fue algo más sutil que Steve Martin echando insecticida a los espiritus puros del árbol sagrado de Avatar
Lo más despeinado: Zac Efron y Anne Kendrick, que presentaron un premio con un look tan desarreglado que parecía mismamente que les hubieran sorprendido echando un polvo entre bastidores segundos antes…
Lo más pelucas: el inenarrable Paul Ottoson, que salió dos veces consecutivas al escenario para recoger los dos premios de sonidos y las dos me pordujo la misma impresión de ser un extra escapado de The Rocky Horror Picture Show
Lo más acostumbrado: Doce nominaciones casi consecutivas, doce, lleva el especialista en Sonido Greg P. Russell sin llevarse el Oscar a casa. Pues esta vez, tampoco lo consiguió por Transformers 2. Ánimo Greg, un año de estos seguro que te lo dan. O uno honorífico. O eso o acabas entrando en el Guinness de los records.
Lo Más de Guión: los divertidos intercambios de pullas entre las profesiones de guionista y actor de Tina Fey y Robert Downey Jr y la presentación de Alec Baldwin a Matt Damon “Este es un tipo que ganó un Oscar como guionista. Luego como actor se pasó al género de acción. Es la primera vez en Hollywood que puede decirse que un guionista ha visto algo de acción”
Lo más Desaprovechado: La excelente idea de que por una vez pudieran escucharse fragmentos más o menos largos de cada una de las BSO nominadas… parcialmente arruinada por unas coreografías francamente desacertadas. Por dios, ese tío haciendo el robot al son del vals de Up, que horror.
Lo más emocionado: Cualquiera de los dos premios a Precious pero también la alegría de todo el equipo de El Secreto de sus Ojos recogiendo su Oscar a la Mejor Película de habla No Inglesa, con Campanella agradeciendo a la academia que no considerara el Na'Vi de Avatar una lengua extranjera, liandose en pleno discurso pasando del inglés a castellano y pegando unos últimos gritos de apoyo a Argentina y Chile antes de que le largaran del escenario
Lo más inteligente: recuperar algo que ya se hizo el año pasado, actores y actrices compañeros y amigos de los nominados en las principales categorías de interpretación presentándolos uno a uno. Estuvieron especialmente inspirados Tim Robbins describiendo el comienzo de su relación profesional con Morgan Freeman en Cadena Perpetua “Esto de la actuación es todo sobre la confianza ¿Puedes traerme otra taza de café, Ted? Era Ted, ¿verdad?”, Michael Sheen con Helen Mirren “Era algo bastante inapropiado sentirse atraído por una reina cuyo maquillaje se iba disolviendo mientras revelaba un tatuaje de una araña en su mano” y Stanley Tucci sobre Meryl Streep, pura complicidad “Estoy promoviendo una plataforma en la Academia para limitar el número de nominaciones a 16, así que puede que esta sea la última ocasión que alguien pueda subirse a un escenario para decirte simplemente que eres la mejor”
Lo más inspirado: La parodia de Paranormal Activity a cargo de Steve Martin y Alec Baldwin, uno de los pocos momentos en los que uno pudo reírse a gusto en una gala sosa como pocas.
Lo más extraño: Kathy Bates presentando la candidatura de Avatar como Mejor Película. Vale que fue la insumergible Molly Brown en Titanic, pero no pegaba ni con cola
Lo más interminable: el discurso de aceptación de Jeff Bridges de su Oscar al mejor Actor por corazón Rebelde. Empezó bien pero empezó a desvariar como si se hubiera dejado poseer por el espíritu del personaje de El Nota en El Gran Lebowski y casi tienen que avisar a la Guardia Nacional para sacarlo del escenario.
Lo más unánime: la standing ovation que se ganó Sandra Bullock al subir a recoger su premio, claro indicativo de lo apreciada que es esta mujer – que había tenido la elegancia y el sentido del humor de ir en persona a recoger su razzie el día anterior – en el mundillo de Hollywood. Además estuvo muy generosa con sus compañeras en su discurso (sonaba a verdad, nada impostado) y se fue emocionando poco a poco sin poder evitarlo.
Lo más esperado: El justísimo Oscar a la Mejor Dirección a Kathryn Bigelow, que apenas tuvo tiempo de salir del escenario para volver corriendo a recoger el de Mejor Película. Y reconozcamosle a Cameron que el tio disfrutó como un enano con los premios que le caían a su ex... Como dice Elvira Lindo en El País: "Yo pagaría por saber lo que se escuchó esa noche en las dos camas..."
Lo más abrupto: Tom Hanks, que va a pasar a la historia con el dudoso mérito de ser el presentador del Oscar a la Mejor Película más anticlimático de la historia: abrió el sobre, dijo The Hurt Locker y poco más y se va corriendo sin dárselo a nadie. Pareció más Forrest Gump que nunca, el tío.
Lo Más Callejeros: El look desastrado homeless de un Antonio Banderas irreconocible, clavadito al personaje de George Clooney de Syriana de hace unos años. Espero que la explicación fuera por trabajo porque si no es para preocuparse.
Lo Más AntiFashion (masculino): Las enormes pajaritas que lucían, entre otros, Almodóvar y Robert Downey Jr. Parecía que en cualquier momento iban a echar a volar arrastrando del cuello a sus portadores…
Lo Más AntiFashion (Femenino): El horrendo Chanel dorado que llevaba Sarah Jessica Parker, que le sentaba mismamente como un tiro. Carrie Bradshaw sería todo lo sofisticada que queráis pero la actriz que la encarna no alcanzó seméjate nivel en ocasión tan señalada. También hacía un poco de daño a la vista el traje naranja butano de una embarazadísima Paula Patton (Precious) y el festival de volantes y giros fucsia de una Vera Farmiga muy poco lucida, con lo guapa que es esa mujer.
Lo Más Los Años NO Pasan en Balde: Una casi irreconocible Molly Ringwald en el escenario en el homenaje a John Hughes. Daban ganas de gritar ¡Esa tia se ha comido a La Chica de Rosa!
Lo Más Los Años SI Pasan en Balde: Michelle Pfeiffer. Impresionó lo suyo su entrada en el escenario luciendo un espectacular Carolina Herrera rojo (¿guiño a Los Fabulosos Baker Boys?) para presentar a su amigo Jeff Bridges en uno de los discursos más bonitos y sentidos de la noche. Quien tuvo, retuvo.
Lo Más Elegante: varias candidatas, aunque la noche estuvo en general pelin sosa. A mi me encantaron Penélope Cruz (una vez más) con un Donna Karan granate de corte muy original; Sandra Bullock con un diseño precioso de Marchesa; las apuestas seguras de Kate Winslet por Yves St. Laurent y una Cameron Diaz por una vez espectacular con su Oscar de la Renta. Mención especial para Maggie Gyllenhaal con un vestido estampado de flores azul que chocaba con el aburrido tono general… y por eso mismo molaba.
Lo más repetido: Los insufribles tonos pastelones. La obsesión por los tonos pastel de una enorme mayoría de las actrices (¡especialmente las más jóvenes, nada arriesgadas!) ayudaron a que la impresión general fuera la de una noche ñoña, ñoña, ñoña…
Lo más chocante: Carey Mulligan de rubia platino con el pelo cortísimo y unos pendientes eternos. Costaba mucho, pero mucho, reconocer en ella a la tierna colegiala de An Education…
Lo más malintencionado: Se lo soltó Steve Martin en la presentación a Meryl Streep “Es la mujer que tiene el record de haber perdido más veces el Oscar”
Lo más malrollero: Las coñas de los presentadores a costa de George Clooney, who else? Aparte de no tener ninguna gracia le debieron poner de muy mal humor porque el hombre lució un careto de estreñido durante el resto de la gala que contrastaba mucho con su buen humor habitual. O a lo mejor es que no digirió bien el rosco a Up in The Air. Sea como fuere, daba mal rollo.
Lo más ingenioso: “A este lado de la sala están los Malditos Bastardos. Y a este otro lado los que han hecho la película”
Lo más inútil: La presencia de estrellas juveniles tipo Zac Efron, Taylor Lautner, Miles Cyrus, etc para intentar atraer público joven a la Gala. No funcionó. Pero al menos sirvió para que Steve Martin hiciera un buen chiste “Así estaréis vosotros en cinco años“ les soltó, refiriéndose a Alec Baldwin y a él mismo.
Lo más dinámico: proyectar un buen montaje de varias escenas protagonizadas por el nominado/a de cada premio de interpretación a modo de presentación en lugar de una sola, algo mucho más aburrido
Lo Más Extraña Pareja: No sé que me descolocó más, si Cameron Diaz junto a Steve “Jude Law” Carrell o la diferencia de altura entre Tarantino y el pobre Almodóvar, una especie de Papá Pitufo a su lado que (extraño en él) pareció algo cohibido ante el habitual despliegue histriónico del americano.
Lo Más Alargado: El Homenaje al desaparecido John Hughes. Creo que alguno de los otros que palmaron este año y que solo salieron un ratito en el In Memoriam podrían haberse sentido comparativamente agraviados. Todos al ritmo de los Simple Minds Don’t you/ forget about Hughes / don’t don’t don’t
Lo más aterrador: Comprobar que Macaulay Culkin cada vez se parece más a un clon joven de Tilda Swinton.
Lo más Pegote de la Noche: Un montaje con diversas escenas de películas de terror que, por disfrutable que fuera, nadie supo explicar muy bien a que demonios venía …
Lo más descacharrante: Ben Stiller impecablemente maquillado como un indígena de Pandora y chapurreando Na’Vi para descojono del personal, en especial de James Cameron. Con lo de la cola igual se le fue algo de la mano el gag pero fue algo más sutil que Steve Martin echando insecticida a los espiritus puros del árbol sagrado de Avatar
Lo más despeinado: Zac Efron y Anne Kendrick, que presentaron un premio con un look tan desarreglado que parecía mismamente que les hubieran sorprendido echando un polvo entre bastidores segundos antes…
Lo más pelucas: el inenarrable Paul Ottoson, que salió dos veces consecutivas al escenario para recoger los dos premios de sonidos y las dos me pordujo la misma impresión de ser un extra escapado de The Rocky Horror Picture Show
Lo más acostumbrado: Doce nominaciones casi consecutivas, doce, lleva el especialista en Sonido Greg P. Russell sin llevarse el Oscar a casa. Pues esta vez, tampoco lo consiguió por Transformers 2. Ánimo Greg, un año de estos seguro que te lo dan. O uno honorífico. O eso o acabas entrando en el Guinness de los records.
Lo Más de Guión: los divertidos intercambios de pullas entre las profesiones de guionista y actor de Tina Fey y Robert Downey Jr y la presentación de Alec Baldwin a Matt Damon “Este es un tipo que ganó un Oscar como guionista. Luego como actor se pasó al género de acción. Es la primera vez en Hollywood que puede decirse que un guionista ha visto algo de acción”
Lo más Desaprovechado: La excelente idea de que por una vez pudieran escucharse fragmentos más o menos largos de cada una de las BSO nominadas… parcialmente arruinada por unas coreografías francamente desacertadas. Por dios, ese tío haciendo el robot al son del vals de Up, que horror.
Lo más emocionado: Cualquiera de los dos premios a Precious pero también la alegría de todo el equipo de El Secreto de sus Ojos recogiendo su Oscar a la Mejor Película de habla No Inglesa, con Campanella agradeciendo a la academia que no considerara el Na'Vi de Avatar una lengua extranjera, liandose en pleno discurso pasando del inglés a castellano y pegando unos últimos gritos de apoyo a Argentina y Chile antes de que le largaran del escenario
Lo más inteligente: recuperar algo que ya se hizo el año pasado, actores y actrices compañeros y amigos de los nominados en las principales categorías de interpretación presentándolos uno a uno. Estuvieron especialmente inspirados Tim Robbins describiendo el comienzo de su relación profesional con Morgan Freeman en Cadena Perpetua “Esto de la actuación es todo sobre la confianza ¿Puedes traerme otra taza de café, Ted? Era Ted, ¿verdad?”, Michael Sheen con Helen Mirren “Era algo bastante inapropiado sentirse atraído por una reina cuyo maquillaje se iba disolviendo mientras revelaba un tatuaje de una araña en su mano” y Stanley Tucci sobre Meryl Streep, pura complicidad “Estoy promoviendo una plataforma en la Academia para limitar el número de nominaciones a 16, así que puede que esta sea la última ocasión que alguien pueda subirse a un escenario para decirte simplemente que eres la mejor”
Lo más inspirado: La parodia de Paranormal Activity a cargo de Steve Martin y Alec Baldwin, uno de los pocos momentos en los que uno pudo reírse a gusto en una gala sosa como pocas.
Lo más extraño: Kathy Bates presentando la candidatura de Avatar como Mejor Película. Vale que fue la insumergible Molly Brown en Titanic, pero no pegaba ni con cola
Lo más interminable: el discurso de aceptación de Jeff Bridges de su Oscar al mejor Actor por corazón Rebelde. Empezó bien pero empezó a desvariar como si se hubiera dejado poseer por el espíritu del personaje de El Nota en El Gran Lebowski y casi tienen que avisar a la Guardia Nacional para sacarlo del escenario.
Lo más unánime: la standing ovation que se ganó Sandra Bullock al subir a recoger su premio, claro indicativo de lo apreciada que es esta mujer – que había tenido la elegancia y el sentido del humor de ir en persona a recoger su razzie el día anterior – en el mundillo de Hollywood. Además estuvo muy generosa con sus compañeras en su discurso (sonaba a verdad, nada impostado) y se fue emocionando poco a poco sin poder evitarlo.
Lo más esperado: El justísimo Oscar a la Mejor Dirección a Kathryn Bigelow, que apenas tuvo tiempo de salir del escenario para volver corriendo a recoger el de Mejor Película. Y reconozcamosle a Cameron que el tio disfrutó como un enano con los premios que le caían a su ex... Como dice Elvira Lindo en El País: "Yo pagaría por saber lo que se escuchó esa noche en las dos camas..."
Lo más abrupto: Tom Hanks, que va a pasar a la historia con el dudoso mérito de ser el presentador del Oscar a la Mejor Película más anticlimático de la historia: abrió el sobre, dijo The Hurt Locker y poco más y se va corriendo sin dárselo a nadie. Pareció más Forrest Gump que nunca, el tío.
2 comentarios:
Que?
Algo en contra de las barbas canosas que esconden tipos atractivos?
Eh?
Contra las que esconden tipos atractivos si que tengo algo. La tuya por otra parte siempre me ha parecido bien...
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