Hoy jueves 16 de octubre, a partir de las 20:30 horas, La Filmoteca de Extremadura proyecta dentro de su ciclo Otras Miradas la esplendida película de Wayne Wang Mil Años de Oración, que obtuvo en el Festival de Cine de San Sebastián del 2007 la Concha de Oro a la Mejor Película y la Concha de Plata al Mejor Actor para su protagonista Henry O. La historia de Mil Años de Oración está inspirada en un relato de la novela “Los Buenos Deseos” de Yiyun Li que escribe asimismo el guión de la película.El Sr. Shi (Henry O), un jubilado viudo de Pekín, va a visitar a su única hija, Yilan (Faye Yu), a los EE.UU. Yilan se acaba de divorciar y él quiere ayudarle a recuperarse del trauma. El Sr. Shi está decidido a que Yilan recupere su matrimonio y rehaga su vida, pero su hija termina evitándole cuando él se empeña en conocer las causas del divorcio. Desconcertado por todo lo que le rodea, pero a la vez decidido a entender tanto esa cultura extraña como las razones del esquivo comportamiento de su hija, el Sr. Shi se aventura por la ciudad con su rudimentario inglés, esforzándose por relacionarse con personas como Madam (Vida Ghahremani), una señora mayor que huyó de la Revolución Iraní con la que inicia una breve amistad.Reza el viejo proverbio chino que inspiró el título del filme que hacen falta trescientos años de oración para cruzar un río con alguien en una barca y que hacen falta mil años de oración para compartir una almohada con alguien. A veces pienso que puede tener algo de verdad. Esta es una película que habla sobre las dificultades de las relaciones personales fijando su mirada no solo en el conflicto generacional que se establece entre un padre y una hija que llevan largo tiempo sin verse el uno al otro, sino de las dificultades añadidas que suponen las evidentes diferencias culturales y de lenguaje entre dos países tan distintos como China y Estados Unidos.Es en ese canto al entendimiento por encima de las barreras, en ese inteligente y delicado acercamiento al espinoso territorio de la relación paterno-filial donde Mil Años de Oración encuentra el filón necesario para construir una película llena de matices y sugerencias, una historia repleta de emoción, de inteligencia, de sutilidad en la mirada y también de un fino sentido del humor que por momentos suaviza una obra cuyo trasfondo también habla de soledad, desgarro y tristeza, de la imposibilidad aparente de entender al otro y de los recursos que nos buscamos para salir adelante cuando todo parece derrumbarse a nuestro alrededor.Wayne Wang, director de películas tan hermosas como Smoke o La Caja China, consigue en Mil Años de Oración una película tan sencilla como hermosa, un melodrama de corte y ritmo intimista que con su inteligencia y su sutileza deja paso poco a poco, capa a capa, que surja la emoción más limpia, despojada de estridencias que distraigan de lo que es verdaderamente importante, una emoción no exenta de cierta melancolía que consigue abrirse paso hasta el corazón del espectador gracias al naturalismo y la convicción de Henry O, un actor en estado de gracia que consigue con su memorable representación del estoicismo y la desubicación cultural darle un nuevo significado al arte de expresar lo máximo con lo mínimo. Yo les recomendaría que no se la perdieran: pocas películas este año han conseguido llegarme y desarmarme tanto.
2 comentarios:
Joder David te metes unos curros con los post de impresión.
Felicidades
Hola, Charly
Bueno, hay que tener en cuenta que, en interés del cineclub y en el mío propio, tengo que currarme la promoción de todo lo relacionado con el cine que se pasa en Mérida, ya sea de la Filmoteca o programado por nosotros, asi que...
Si a eso le sumas que esta época siempre es especialmente fecunda para el blog por el rollo de las crónicas festivaleras - hace poco San Sebastián, pronto Valladolid y Sevilla - por eso puede darte la impresión que curro mucho. No deja de ser gracioso porque yo siempre estoy con la sensación de que tengo el blog mucho más abandonado de lo que me gustaría.
A ver si nos vemos un día de estos y tomamos unas cervezas, que ya hace demasiado tiempo. Ah, te dejo la dirección de mi Fotolog, que igual te interesa más que este blog por el rollo de la fotografía y tal:
http://www.fotolog.com/dgarrido
Un abrazo, chavalote. Y recuerdos a la family
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