viernes, octubre 19, 2007

FRACTURE, Hannibal Lecter abogado

Hace ya algunos años mi amigo Paco y yo estábamos viendo en casa una peli inenarrable llamada Retroceder Nunca, Rendirse Jamás (No Retreat, No Surrender, de un tal Corey Yuen que más adelante haría Transporter y DOA Dead or Alive, para que se hagan una idea) en la que el argumento trataba de un chaval escuchimizado al que se le aparecía el fantasma de Bruce Lee y le entrenaba para hostiar a un jovencísimo Jean Claude Van Damme en su primera peli USA haciendo de malote. El entrenamiento tenía su coña: el fantasma de Bruce Lee le decía al chaval “¡Atácame!” el chaval le atacaba como podía y claro, Bruce Lee, fantasma o no, le daba una hostia. Así una y otra vez. Mi amigo Paco decía: “¡Joder chaval! ¿Pero es que no ves que es Bruce Lee? Te va a dar hasta en el carnet de identidad... Nada, que no aprende: toma otra”

Pues eso es lo que pasa viendo Fracture: uno ve a Ryan Gosling haciendo el papel de un fiscal trepa y chuleta que está a punto de entrar en uno de los bufetes más prestigiosos de L.A. y que se topa en su último caso, un intento de homicidio, con el mismísimo Hannibal Lecter defendiéndose a sí mismo y piensa “¡Joder, chaval! ¿Pero es que no has visto El Silencio de los Corderos? ¡Lecter te va a joder vivo!” Pero nada: allá que va el muchacho, ignorando claramente que Anthony Hopkins se esfuerza todo lo que puede y más para mimetizar el registro que mejor le sale, quizás en un vano intento de darle alguna pista de lo que se le avecina, y claro, solo le falta sacarle el higadillo y comérselo acompañado de unas alubias y un buen Chianti.

En fin, hablando un poco más en serio, es una lastima que Gregory Hoblit, un director irregular que ha dado unas cuantas obras interesantes (Fallen, Las Dos Caras de la Verdad) sea incapaz sacar más partido de algunos de los elementos con los que juega en este filme. No es de recibo que una película defina con meridiana claridad a un personaje durante la primera media hora de película, ese fiscal trepa y brillante capaz de mentir y vender a cualquiera por conseguir su objetivo para luego hacerle comportarse de una forma completamente opuesta a todo lo planteado por el simple hecho de que el inteligente Hopkins ha barrido la sala con él. Y menos aun si al jugoso puesto al que aspira le acompaña la posibilidad de retozar con la bella Rosamund Pike noche sí y noche también.

La coherencia interna del relato se disuelve como un azucarillo en manos de un equipo de guionistas que no saben cómo hacer comprensible para el espectador el radical giro de 180º de un fiscal carente casi totalmente de principios que sufre un agudo ataque de moralidad en el momento más inoportuno, enfrentado a un ingeniero inteligente capaz de montar un brillante tinglado para salir indemne de su evidente intento de homicidio empeñado en joderla por tocarle las pelotas al fiscal cuando tiene la partida ganada, todo ello servido por un director más bien funcional que aparte de embelesarse y embelesarnos con los alambicados mecanismos de bolitas que tanto gustan al ingeniero, poco tiene que aportar visualmente (¿alguien me puede explicar para qué demonios sirve narrativamente dar tantas vueltas alrededor de los personajes?) a una peli que parece un descarte de series tipo El Abogado.

Ni siquiera el esperado giro final de la trama, que no carece de cierto ingenio, sirve para redimir una película de la que el espectador desconecta tanto si es un avezado seguidor de series como la nombrada (y entonces sabrá con facilidad el cabo suelto legal que permitirá precipitar el desenlace) como si no lo es (y entonces le importa más bien poco hace rato el destino de los personajes). Decididamente esto está muy lejos de ser La Huella. La de Mankiewicz, claro está, la de Branagh aun no la he visto, pero me apuesto lo que queráis a que también es mejor que esta decepcionante Fracture... Por cierto ¿por qué habrán decidido dejar su título original en inglés en esta ocasión para su distribución en España?

La moraleja del filme pretende ser siniestra: no basta con tener la certeza de que alguien ha cometido un delito sino que se precisa un esforzado ejercicio de recolección de pruebas sólidas para condenar al presunto culpable, que si poseé cierta habilidad sabrá como encontrar los resquicios legales de un sistema imperfecto. Pues vaya: y yo pensaba que eso no era necesariamente malo, sino uno de nuestros derechos elementales como ciudadanos desde siempre que nos protege sobre posibles abusos por parte del poder. Que cosas ¿verdad?

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, David. Soy José Manuel Serrano Cueto. Quería enviarte un mail con una propuesta, pero no lo veo por ninguna parte. Si pudes ponerte en contacto conmigo (serranocueto@yahoo.es).

Gracias.

www.josemanuelserranocueto.com

Anónimo dijo...

Hola David;

A mí esta sólo me pareció entretenidilla a ratos, y con un buen duelo actoral (ese Gosling tiene talento; me recuerda a Norton), aunque es cierto lo de que Hopkins se empeña en volver a ofrecer a su "lecter" cuando este tipo de thrillers.

Quizá así de primeras no caigas en quien soy, pero si te digo que nos vemos a partir de mañana... :)

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...

Tu amigo Paco y tu soys unos CRACKS.
A ver cuando vemos alguna peli juntos

David Garrido Bazán dijo...

Enrique, siento decepcionarte, pero me he dado cuenta de quien eras a la primera ¡¡El Ciclo Dreyer película de Culto YA!! ;-)

Mañana llego a Valladolid y prometo que buscaré hueco para que podamos echar unas cervecitas y discutir de Cine... y hasta de política llegado el caso, que seguro que nos daremos de testarazos pero con cariño

Charly, tú también eres un crack: pedazo de blog de fotos que tienes por ahí, aunque no haya tenido las narices de decirtelo en un post como está mandado. La prpuesta de una peli juntos en casa me la apunto, que pillar al Paco estos días sigue siendo tarea complicada... no es mala idea en absoluto. Para la vuelta en quince días (después de Valladolid me piro al Festival de Cine Europeo de Sevilla)

Un abrazo a todos. Voy a intentar dormir un poco, que mañana tengo mucha carretera por delante...