lunes, marzo 30, 2009

LA COMEDIA DE LA VIDA, Surrealismo Insolito


Hoy lunes 30 de marzo, a partir de las 20:30 en el Centro Cultural Alcazaba el Cine Club Forvm concluye su ciclo Un Festival (Im)Posible con la proyección de la película sueca La Comedia de la Vida (Du Levande) dirigida por Roy Andersson. La Comedia de la Vida fue premiada en el 2008 con tres premios Guldbagge – el equivalente sueco a nuestros Goya –: Mejor Película, Mejor Director y Mejor Guión y obtuvo el Premio Especial del Jurado en el Festival de Cine Europeo de Sevilla del 2007.La Comedia de la Vida es una propuesta muy peculiar, ya que es una película alejada por completo de los códigos narrativos a los que estamos acostumbrados: no solo carece de la estructura típica de planteamiento, nudo y desenlace, sino que en su muy coral reparto no hay protagonistas - todos son secundarios o, si se prefiere, todos son igual de importantes al servicio del objetivo de la película – y su puesta de escena se compone casi de forma exclusiva de planos fijos que se convierten en verdaderos cuadros estáticos por donde entran y salen los personajes, jugando con enorme maestría con el fuera de campo, la voz en off y las expectativas del espectador. Roy Andersson enlaza una sucesión de pequeñas secuencias, aparentemente desconectadas entre sí, pero que sirven a la perfección para ilustrar lo que para este original cineasta, lúcido observador de lo cotidiano, representa la vida.Colocando a sus desconcertadas criaturas en un universo no especialmente hostil pero a menudo surrealista y un tanto inhóspito, enfrentándoles de continuo al absurdo y al miedo al ridículo, a sus grandes anhelos y a sus pequeñas miserias y, sobre todo, apoyándose en un espíritu muy cercano al del gran Búster Keaton que en más de un momento invita no ya a la sonrisa cómplice sino a la abierta carcajada, Roy Andersson compone el retrato de una sociedad – la escandinava, aunque está por ver hasta qué punto no es extensivo a otras latitudes - un tanto perdida cuyos componentes persiguen esa esquiva felicidad de un modo incoherente, pues sus actitudes, a menudo egoístas o interesadas, no parecen la mejor forma de alcanzarla.Me encanta La Comedia de la Vida. Reconozco que es una de esas películas cuya apuesta formal y narrativa puede dejar fuera de juego a más de uno con ese peculiar acercamiento a los problemas existenciales a medio camino entre el humor, lo absurdo y lo filosófico. Fue el miedo a como su extravagancia sería recibida por el público lo que me hizo dejarla fuera de la Sección Oficial del II Festival de Cine Inédito de Mérida en favor de otras propuestas menos arriesgadas. Quizás me equivocaba, ya que también debería ser uno de los objetivos de cualquier certamen desafiar al público a enfrentarse a propuestas como ésta: originales, personales y atrevidas. En cualquier caso, estoy deseando ver la reacción de aquellos que se acerquen esta noche a descubrirla.Atención a su desconcertante comienzo, una especie de aproximación al musical que haría las delicias de Woody Allen - con la Louisiana Brass Band - seguida de dos estupendos gags que ya empiezan a marcar el tono general del filme:

1 comentario:

Straub dijo...

Tengo una pregunta para usted. Me gustaría saber cual son los códigos narrativos a los que estamos acostumbrados.

Saludos.