ECOS DE VENECIA 3: Michael Clayton, Redacted, Nessuna Qualita Agli Eroi y The Nanny Diaries

MICHAEL CLAYTON (Tony Gilroy, USA)

Sergi Sanchez, La Razón “Clayton es un abogado en crisis; divorciado y arruinado, es un bombero de las causas perdidas, un negociador especializado en trapos sucios que hay que lavar más blanco. El bufete donde trabaja le asigna una misión: controlar a un colega con tendencias maniaco-depresivas que ha decidido rebelarse contra sus jefes desvelando el verdadero rostro de una compañía de fertilizantes que utiliza ingredientes cancerígenos en sus productos. Lo que sigue es el vía crucis de un profesional en el sentido hawksiano del término: Clayton es un hombre que trabaja y está en movimiento, un hombre sin espacio propio, un nómada vestido como un corredor de bolsa (…) A Tony Gilroy le falta poner las vísceras en el asador -donde están los desoladores finales de «Network» o «El ultimo testigo»- porque su película aún cree en la existencia del heroísmo, en la capacidad de perdón y en el triunfo de los actos justos. Su optimismo se nos antoja un punto convencional, pero quizás es lo único que se merece Michael Clayton: un poco de esperanza."

Oti Rodríguez Marchante, ABC “George Clooney encarna a un personaje realmente viscoso en «Michael Clayton», la mejor película de ayer, además de la más liosa, compleja y depresiva, centrada en la jungla del asfalto y los negocios sucios y enfocada a un abogado amoral pero con algún residuo de honradez en ese estanque lleno de lampreas que retrata. Clooney está realmente bien en su papel serio, destruido y destructor, aunque Sydney Pollack aparece en un par de ocasiones fundiéndolo todo a su alrededor. El director, Tony Gilroy, decide además contar una historia de «uno de los nuestros» en el mundo de las fusiones empresariales sin importarle que el espectador la única fusión que practique habitualmente sea la del queso con el jamón; o sea, sin complejos, enreda y desenreda la trama y uno se la acaba tragando como si fuera un «bikini» o «mixto», según.”

Enric González, El País “Existe un subgénero dentro del thriller que requiere tres elementos: un abogado, una corporación sin escrúpulos y una trama enrevesada. Michael Clayton se ajusta al canon y, además, ahorra al espectador el trámite de los tribunales, los jurados y demás engorros, que tienden a comerse una buena parte del metraje. Aquí se resuelve el asunto por una vía más expeditiva, aunque no necesariamente más original. (…)La película reúne varios atributos del cine negro. Entre ellos, el protagonista perdedor. Michael Clayton, (…) un fracaso como padre y marido, una ruina en los negocios y un ludópata acostumbrado a perder. Y eso no es lo peor: lleva la corbata floja, luce ojeras y sólo se afeita de vez en cuando. En teoría, la obra escrita y dirigida por Tony Gilroy debería emitir oscuridad. Lo que se percibe, sin embargo, es que la peña de amigos que trabaja en Michael Clayton se lo pasan estupendamente. Puestos a hurgar, podría intuirse un punto de onanismo creativo. Da igual. El resultado es satisfactorio, y no sería de extrañar que este thriller sin alegato del fiscal se llevara algún premio de la Mostra.

Carlos Boyero, El Mundo “Michael Clayton es una película con clima trágico, personajes y situaciones tan temibles como veraces, reveladora de que la impunidad de los crímenes del sistema es casi absoluta y que los integrantes de éste con problemas de conciencia lo van a tener siempre jodido, con suspense de primera clase. Clooney transmite su pesadumbre, su estupefacción y su miedo. No estás viendo al gran guaperas haciendo de perdedor con aura romántica, sino alguien tan humano como hecho polvo, con tantas incertidumbres como cicatrices, conmovedor y valiente a su pesar. En Michael Clayton todo resulta complejo y sutil.”

REDACTED (Brian de Palma, USA)

Sergi Sánchez, La Razón “Inspirándose en un hecho real -un grupo de soldados yanquis destacados en Irak violaron a una chica, le dispararon en plena cara, quemaron su cuerpo y mataron a toda su familia-, De Palma construye un artefacto formalista como vehículo de su enfado antirepublicano. No debe resultarnos extraño que al director de «Vestida para matar» y «Femme Fatale» le interese mucho más el envoltorio que la sustancia (…) Lo que interesa aquí es averiguar hasta qué punto De Palma se cree su propio mensaje ideológico: cuando imita las maneras de un documental francés o ilustra la conversación internauta entre un padre y su hijo soldado, la precariedad de los dispositivos que pone en práctica colocan a «Redacted» en un terreno próximo a la parodia. Quizás ésa era la intención de De Palma: parodiar las estrategias de la narrativa audiovisual de la sociedad de la información, mostrarnos lo falsas que son intentando parecer verdaderas. O simplemente no deberíamos mirar más allá de la colección de fotos que cierra la película: esto es lo que hay. Y lo que es no funciona, con o sin ironía.”

Enric González, El País “Redacted debería llevarse un piadoso silencio y recogerse para siempre en el cementerio de los proyectos fallidos. A Brian de Palma le ofrecieron rodar una película en un nuevo sistema de vídeo de alta definición. Aceptó y, buscando un tema, se le ocurrió la guerra de Irak (…) La cosa prometía. El resultado constituye una enorme decepción (…) atribuida a las decisiones de Brian de Palma, vistosamente erróneas: el fondo musical operístico, los soldados tópicos (el racista sureño, el matón, el intelectual, el chicano simpático, el buen chico), el gratuito frenesí de la cámara y, más que nada, la injustificable colección de fotos de víctimas (sin rostro, por imperativos legales) con que se cierra la película. Quizá esas fotos evitaron algún silbido. Irak es una tragedia demasiado grave como para molestarse con Redacted y De Palma. El público de la Mostra asistió con respeto al desfile de imágenes tétricas y, afligido por la desgracia de los civiles iraquíes, salió de la sala en silencio.”

Oti Rodríguez Marchante, ABC “De Palma intenta hacer una cosa fresca en el infierno, como reportajeada, camara digital, volátil, en manos inexpertas, un retrato muy escalofriante, «veraz» y ultrasensible de aquello. Sólo se queda a unas veinte mil millas de lograrlo. Todo lo más que hace es ir de Palma a palmero. Su frescura es más bien carafrescura, y usa de los más deleznables tópicos, incluida música de ópera (aquí, de opereta) y fotografías de los llamados efectos colaterales de la guerra, para no decir nada de nada. Tan decepcionante que, al final, el público ni se molestó en mostrarle su desagrado: se levantó en silencio y se largó.”

Carlos Boyero, El Mundo “El conjunto huele a maniqueísmo barato, a experimentalismo fatigoso, a tópicos y reiteración (…) Tema tan espeluznante daba para hacer un alegato profundo y necesario, pero De Palma nos muestra machaconamente desde el principio la naturaleza sádica de los villanos y su previsible conducta futura. La simplificación de buenos y malos y la convicción del director de que los espectadores somos tan lerdos como progresistas es lamentable. Alguien honesto y con inteligencia podría erizarnos la piel con esta terrible historia, planteándonos como alguien muy normal puede convertirse en una bestia si tiene que sobrevivir en ese infierno. Las innumerables víctimas iraquíes o los legionarios del Imperio que están siendo machacados allí por el designio de ese emperador al servicio de los intereses petrolíferos y geopolíticos se merecen una crónica más escalofriante y veraz que esta cansina y penosa Redacted.”

NESSUNA QUALITÀ AGLI EROI (Paolo Franchi, Italia)

Sergi Sanchez, La Razón “Después de «La spettatrice», Paolo Franchi vuelve a decirnos que la obsesión y la amargura viven en el mismo lado del espejo. He aquí un hombre estéril (Bruno Todeschini), endeudado hasta las cejas; he aquí un chico que lo vigila, que lo sigue, que tiene ataques de pánico y que oculta un terrible secreto. Franchi confunde distancia con frialdad y tristeza con desapego. El resultado no es una película dolorosa; es una película muerta, apagada y pisoteada por sus pretensiones de profunda gravedad.”

Oti Rodríguez Marchante, ABC “Si la mejor fue «Michael Clayton», la, digamos, peor fue la italiana «Nessuna qualità agli eroi», un melodrama con voz impostada sobre un hombre que no puede tener hijos y eso le chafa por completo y se pasa las dos horas con gesto de acidez de estómago, mientras que otro personaje, raro, raro, mata al padre y lo entierra y desentierra no se sabe si en realidad o en su imaginación. Lo más reseñable de la película italiana es que se dedica en cada secuencia a subir mucho la música, supongo que por llamar la atención del espectador más bien ido, o yéndose”

Enric González, El País “Ayer se proyectó también Ninguna cualidad a los héroes, la primera película italiana en concurso. Su director se llama Paolo Franchi y es considerado un cineasta prometedor. La prensa local, que había asistido a preproyecciones, había animado el ambiente con el anuncio de que el filme mostraba un pene erecto. Es verdad. Durante un instante se ve, de lejos, un pene erecto. ¿Qué más se puede decir? Que es una película pretenciosa y aburrida, desaconsejable incluso para quienes se duermen en el cine: la banda sonora es desagradable y cada mal trago de los protagonistas se subraya (ah, sutileza) con un zumbido a todo volumen.”

THE NANNY DIARIES (Shari Springer Berman y Robert Pulcini, USA)

Oti Rodríguez Marchante, ABC “En cuanto a Scarlett Johansson en el papel de «nanny», o chica que cuida al niño mientras que los padres, unos neoyorquinos despreciables, amasan dinero, amantes y complejos, pues hay que decir que no lo hace mal. Incluso uno diría que es mejor «nanny» que actriz (ese gesto de aburrimiento en un hotel japonés ya no da más de sí, francamente). La película, que la firman los de «American Splendor», está lista para ser devorada en las salas de medio mundo, y para que veamos que hay que ocuparse de los hijos antes de que venga una Mary Poppins con algo más de morbo. Tienen gracia Laura Linney y Paul Giamatti en su cometido de pareja de idiotas con dinero, y también tiene gracia el sentido antropológico en ciertos momentos de la película, donde se bromea con los modelos culturales y familiares, y pasando de, por ejemplo, modelos maya o lapón, a ese otro tan «cool» natural de la Quinta Avenida.”

Sergi Sánchez, La Razón “Cualquier cosa menos profunda: así es «The Nanny Diaries». Olviden las bondades de su opera prima, «American Splendor», y piensen en un esquema narrativo que copia, coma por coma, «El diablo de vestido de Prada». No en vano, las dos están basadas en «best-sellers» confesionales en los que un patito feo es conminado a convertirse en cisne por las malas artes de una bruja del Upper East Side neoyorquino. Anne (Scarlett Johansson: cuidado con los mohínes) es la niñera aspirante a antropóloga, la señora X (estupenda Laura Linney, muy en su sitio) es su jefa, la ama de casa que prefiere las reuniones de beneficencia a cuidar de su hijo. Rellenen los espacios en blanco y seguro que aciertan: los ricos aprenden de los pobres y los pobres aprenden de sí mismos, sobre todo si, por el camino, se han encontrado con un mirlo blanco con mansión en los Hamptons. Eso sí, sin prejuicios.”