
Estrenos en Mérida: Boogeyman, la Puerta del Miedo, la enésima producción de terror que nos llega este año (¿Qué interés puede tener un tipo que le tiene miedo a los armarios y al Coco? Eso le pasa por no haber crecido con Barrio Sésamo…) la comedia De Boda en Boda (a estas alturas Owen Wilson y Vince Vaughn, los dos protas de la cinta, más Ben Stiller, Will Ferrell y algún otro están a punto de ser considerado el nuevo Brat Pack), ese publirreportaje que pretende hacerse pasar por un documental serio que es Real, La Película (hay que ver que tragos tiene que pasar uno a veces por hacer una simple web de cine…) y el gran estreno de la semana, la esperadísima puesta de largo de los geniales Wallace y Gromit en La Maldición de las Verduras, de lejos el mejor estreno que ha llegado aquí en semanas. Y es que Aardman se lo merece todo.

La semana ha estado protagonizada, para bien y para mal, por Santiago Segura. Para empezar, Torrente 3 ha batido todas las marcas en su primer fin de semana: 1.380.000 personas han pasado por taquilla y dejado más de 7.200.000 euros, superando las cifras del Episodio III: La Venganza de los Sith y colocándose en el primer puesto absoluto de este 2005 en esa categoría. Al mismo tiempo, las primeras críticas que han empezado a ver la luz han sido absolutamente demoledoras, poniendo a parir tanto la película como a su artífice. La verdad es que se veía venir: Segura ha encontrado la fórmula del éxito y ya no necesita esforzarse mucho para llenarse los bolsillos, lo que no deja de ser una lástima porque su primer Torrente tenía algunas cosas interesantes además de la caspa de su personaje, cuyo éxito Tony Leblanc define de forma muy acertada en el VCD que regala Cinemanía este mes “Yo no le visto ninguna película, ni en España ni en el extranjero, que tenga un protagonista gordo, asqueroso, gilipollas, tonto, estúpido, mal hijo, mal padre… que rompa luego las taquillas y que la gente le adore”. A este respecto, yo estoy de acuerdo con la teoría elaborada por Días de Cine: Torrente, en sus dos últimas entregas, no está demasiado lejos ni del cine del Landismo o las películas de Ozores protagonizadas por Esteso y Pajares que arrasaban en su momento en taquilla; y por otro se apoya en uno de los éxitos claves de la telebasura en general y de los reality-shows en particular: a la gente le encanta ver a gente mucho más subnormales que ellos en pantalla para reírse de ellos, poder sentirse mejores o incluso superiores, confortados en que, al menos de momento, no son tan despreciables y ridículos como lo que ven delante suya. Así nos va como nos va en este país nuestro… Por cierto que Segura, en el mismo VCD de Cinemanía se ha metido en un bonito jardín: en una de sus peroratas se le ocurrió decir lo siguiente “El cine en el Cine, como decía Cinecito, aquella mierda de mascota horrible que no se de donde salió y que gracias a Dios no ha vuelto a aparecer ningún sitio”. Pues los responsables de la Fundación Lumière, para que sepa de donde salió, le han plantado una demanda de dos millones de euros de nada. Según ellos, el dinero se destinaría a la organización Niños Contra el Cáncer, porque no entienden la razón de que Segura cargue contra “una mascota que, desde su creación en 1993, solo ha hecho cosas buenas por el cine español, incluyendo las películas de Segura” aunque darían por bueno que Segura se retractara públicamente. Así pues Amiguetes Entertainment, la empresa del autor de Torrente, se ha apresurado a hacernos llegar un comunicado de prensa en el que se afirma, literalmente “Quiero retractarme de mis torpes e inconscientes declaraciones hechas en tono irónico y jocoso dentro de la presentación del VCD que se entregaba con la revista CINEMANIA por su décimo aniversario”. Y es que más vale una rectificación a tiempo que soltar parte de los millones que le va a dejar Torrente 3, que en un solo fin de semana ya ha compensado todo su coste.
Ya lo dice el amigo listero de La Butaca Daniel Vargas y yo lo suscribo y amplío: “Como a mi nadie me va a poner una demanda, yo si lo puedo decir muy alto y claro: la verdad es que Cinecito, además de una idea detestable, era una mierda de mascota, horrible y asesinable, que no ayudaba nada a la difusión del cine español” Y es que hay cosas que son objetivamente irrebatibles
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